12.10.2009 11:13
Berta Brau
"No creo que nadie que haya estado en la Masía pueda hablar mal", afirma el actual preparador físico del primer equipo. Conocimientos, mucho fútbol y amigos para toda la vida es lo que acumuló Altimira durante sus cuatro años de residente.
Aunque para muchos jóvenes un día en la Masía puede resultar una experiencia emocionante y fuera
de lo común, Aureli Altimira asegura que eran días normales: "Nos levantábamos, cada uno iba a su
instituto o su colegio. Volvíamos a comer, hacíamos los deberes o descansábamos y por la tarde
llegaba el momento que más nos gustaba, que era el de ir a entrenar. Después cenábamos, hacíamos
bromas... prácticamente todos los días eran iguales".
Amigos de por vida
Los amigos son uno de los principales tesoros que el de Cardedeu se llevó de su paso por la
Masía. La gran cantidad de horas que se comparten y la intensidad de las vivencias hacen que las
amistades forjadas "duren para toda la vida": "Es un poco como cuando haces la mili, donde con un
año ya haces algunas amistades que duran para siempre, pues imagínate qué puede pasar en cuatro o
cinco años que son los que estuvimos en la Masía".
Tito Vilanova y Pep Guardiola
"Mucha gente ha quedado marcada por estas amistades", explica Aureli Altimira. Y su
caso es una perfecta ilustración de esta afirmación ya que la amistad que le une con Pep Guardiola
y Tito Vilanova es fruto de sus años en la residencia barcelonista. Aunque ahora cada uno vive en
su casa, el espíritu de la Masía sigue vivo en su relación y es que "el fútbol es un tema que une
mucho".
Buenos momentos
A lo largo de cuatro años no todos pueden ser buenos momentos, ni en la Masía ni en ninguna
parte. Todos los residentes admiten haber vivido mejores y peores experiencias durante su estancia
en la residencia. No obstante, Altimira está convencido de que en líneas generales "los recuerdos
buenos predominan por encima de los malos" y por lo tanto cree que "nadie que haya estado en la
Masía pueda hablar mal".
Admiradores de Guillermo Amor
Cuando Altimira llegó a la Masía en el año 1985, Guillermo Amor era todo un veterano en la
residencia. No por edad ya que sólo tenía un año más que el de Cardedeu sino por experiencia. Hacía
cinco años que el de Benidorm estaba en la Masía: "Era un ejemplo para todos, tanto a nivel
personal como a nivel profesional. Se veía que tenía mucha proyección y todo el mundo se fijaba en
él. Dejó la familia de muy pequeño para formarse como jugador y como persona y todos le
admirábamos".
Consulta los otros reportajes sobre el aniversario de La Masia.
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La Masia, 30 años de residencia
♦
Personajes de La Masia: Pep Boada (I)
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Personajes de La Masía: Amor (II)