El buen sistema defensivo del Rubin no fue el único obstáculo con el que se encontró el Barça en
Kazan y que le impidió sumar los tres puntos. Una vez más,
los
palos
jugaron en contra de los azulgranas. Nada más empezar el partido, Ibrahimovic estuvo a
punto de marcar en una clara ocasión en la que se plantó solo ante Ryzhikov pero su disparo se
estrelló en el poste. Fue el tercer chut a la madera del Barça frente al Rubín ya que en el partido
del Camp Nou, Ibrahimovic y Touré vieron cómo los palos también impedían la victoria azulgrana.