26.11.2009 17:40
Más que dos defensas
Jesús Carrillo
Será el tercer clásico para Gerard Piqué y el primero para Raúl Albiol. El catalán ha ganado dos veces al Madrid y Albiol también sabe que es derrotar al Barça pero con la camiseta del Valencia.
Si el valenciano se recupera de sus molestias, será titular contra el FC Barcelona. Piqué y Albiol
son firmes candidatos a ser los centrales titulares de la selección española en el próximo
campeonato del mundo de fútbol. El azulgrana es campeón del triplete con el Barça y suma una
segunda Champions con el Manchester United, mientras que el '18 'madridista ha ganado una Copa del
Rey con el Valencia.
Versatilidad
Esta sería la palabra que mejor puede definir a los dos centrales. Albiol y Piqué son los
mejores exponentes de la nueva hornada de futbolistas españoles que se adaptan a todas las
necesidades de sus equipos. Además de sus cualidades de defensores clásicos, los dos tienen una muy
buena visión de juego desde la retaguardia, salen con el balón en los pies con eficacia y garantía,
y se pueden convertir en cualquier momento del partido en los delanteros más resolutivos,
especialmente en las acciones a balón parado.
Piquembauer
Aunque el apodo no acaba de convencer al azulgrana, desde que viste la camiseta
azulgrana Piqué ha dejado de ser una promesa de futuro en tierras inglesas para convertirse en el
mejor defensa central de la Liga y uno de los mejores de todo el fútbol europeo. Piqué se ha
apoderado de la titularidad en el Barça de las Cinco Copas y también es un fijo en los partidos de
la selección española de fútbol. Con sólo 22 años, el futuro de Piqué todavía tiene un recorrido
muy largo.
Grave accidente de tráfico
El defensa del Real Madrid estuvo a punto de perder la vida en un grave accidente de
circulación en el mes de agosto del 2004, cuando iba hacia Madrid para incorporarse a la disciplina
del Getafe en calidad de jugador cedido por el Valencia. Albiol estuvo siete meses de baja como
consecuencia de las graves lesiones que se hizo. El Getafe le respetó el contrato, que aún no se
había firmado, y jugó la segunda vuelta de la Liga. La temporada siguiente volvió a Valencia para
ganarse un puesto en el equipo de Mestalla, en el que disputó en los últimos tres años una media de
30 partidos por temporada.