16.12.2009 20:31
El Barça y Messi levantan pasiones
Roger Bogunyà (enviado especial)
El Zayed Stadium, que ha vivido una gran tarde de goles y fútbol, ha demostrado que el Barça triunfa allí donde va. El público, mayoritariamente local, se ha volcado con los de Guardiola y ha celebrado, sobre todo, el gol de Messi.
El Barça y Messi levantan pasiones en Abu Dhabi. A las 18:46 horas, cuando todavía se estaba
disputando el partido por el quinto y sexto lugar entre el Mazembre africano y el Auckland de
Oceanía, las pantallas gigantes que rodean el césped han enseñado imágenes de Messi y el resto de
suplentes azulgranas viendo el encuentro. El campo, entonces todavía medio vacío, ha tronado más
que con cualquiera de los cinco goles vistos en este duelo. Por cierto: el Auckland ha acabado
quinto (3-2).
Un estadio lleno
La apariencia del estadio ha cambiado de arriba abajo entre un partido
y otro. Se estrenaba el Barça en la competición y nadie ha querido perdérselo. Hasta treinta
operarios, durante la hora en la que no ha habido fútbol, han pisado el césped para que se
encontrara en perfectas condiciones para la segunda semifinal. Cuando los azulgranas han salido a
calentar, se ha oído el segundo rugido de la tarde.
Una ola como las del Camp Nou
Todos los partidos de la competición vienen acompañados por música. Y
es que un grupo de hasta cien africanos animan los compromisos de forma incansable. Ni cuando su
Mazembe ha recibido el gol de la derrota han dejado de cantar. Tampoco ha faltado en ningún momento
la voz de la ‘speaker’ femenina. Y, como no, la ola, la gran demostración de que el
fútbol puede ser una fiesta.
Todo el Zayed Stadium se ha fundido en una enorme ola cuando Busquets ha firmado el empate.
El estadio ha recordado al Camp Nou, muy acostumbrado últimamente a este tipo de celebraciones.
Messi trae la locura
Messi es el mejor jugador del mundo y quizá también el más querido de
todos. Cuando ha salido a calentar al inicio de la reanudación, la gente ha coreado su nombre.
Cuando se ha quitado el chándal para salir a jugar, el público ha enloquecido. Y cuando, sólo un
minuto más tarde, ha hecho el tanto del 2-1 el estallido ha sido general. Messi ha provocado nuevas
olas y mucha felicidad. Como el Barça, que ya está en la final.