22.12.2009 11:27
De una semana de éxito a una de descanso
Roger Bogunyà
El FC Barcelona ha vivido nueve días increíbles en Abu Dhabi y Kuwait. Ha certificado su condición de mejor equipo del mundo logrando su primer Mundial de Clubes de la historia y ha vivido de primera mano la pasión que levanta el Barça allá donde va.
El Barça ha aterrizado este martes por la madrugada a Barcelona con una doble satisfacción: haber
triunfado deportivamente y socialmente. La parte deportiva es conocida: el equipo ha hecho historia
al ser el primero en levantar los seis títulos posibles en un mismo año. La vertiente social es
casi igual de importante: se ha confirmado una vez más que el equipo hace enloquecer allá por donde
pasa. Ahora disfrutará de un merecido descanso hasta el 29 de diciembre por la tarde, cuando
volverá a los entrenamientos.
Victoria agónica
Ganar sufriendo es seguramente aún más satisfactorio que ganar por
goleada. El Barça, como ya hizo en la Supercopa de Europa o en partidos concretos como el de
Stamford Bridge, se llevó dos triunfos de Abu Dhabi en compromisos que había empezado perdiendo. El
triunfo en la final llegó al límite. El primer Mundial de Clubes ya está en Barcelona y, muy
pronto, en el Museo del Camp Nou.
Momentos especiales
Sería injusto limitar este éxito deportivo a dos resultados favorables.
El equipo ha trabajado duro en tres campos diferentes de Abu Dhabi para alcanzar el objetivo.
También se ha ejercitado en la playa, en uno de los entrenamientos más espectaculares de toda la
temporada. Y ha ganado con poesía: con el gol de Messi con el corazón en el minuto 110 de partido,
que coincide con el 110 º aniversario del club. La reaparición de Milito, ya en Kuwait, fue la
última gran noticia del año.
Éxito social
Han
sido momentos especiales. Así como los que ha brindado la afición azulgrana en ambos destinos. En
Abu Dhabi, el Zayed Stadium siempre ha estado del lado del Barça. Su apoyo ha sido clave para
invertir los marcadores adversos.
En Kuwait la Barçamanía ha ido aún más allá: a pesar de jugar sólo un partido amistoso, más
de 5.000 aficionados recibieron al equipo en el aeropuerto, llenaron el estadio prácticamente una
hora antes del encuentro y despidieron la expedición nuevamente con gratitud. Antes de coger el
vuelo de regreso, también había aficionados para despedir al equipo al aeropuerto de Kuwait.