30.07.2009 17:05
El jet-lag, el primer rival
David Saura (enviado especial)
Después de cruzar el Atlántico y de un vuelo de cerca de 12 horas de duración, el primer obstáculo que deben superar los jugadores del Barça es el jet-lag. Para minimizar los efectos, los médicos han tomado el control.
El principal objetivo es adaptarse cuanto antes a la nueva zona horaria de la costa oeste de los
Estados Unidos (9 horas menos que en Barcelona). Hay que tener presente que en este primer día de
la gira habrán pasado alrededor de 25 horas desde que los jugadores se levantaron en Barcelona y se
fueron a dormir en Los Ángeles. Sin duda, ha sido un miércoles eterno para todos los miembros de la
expedición.
Los desplazamientos transoceánicos suelen ser ya habituales para el primer equipo del FC
Barcelona, que en cada temporada hace la pretemporada o en EEUU o en Asia. Por tanto, los
protocolos que se siguen en este tipo de casos ya están muy pautados y analizados.
Hidratos de carbono para coger el sueño
En este caso, una hora y media después de que saliera el avión de Barcelona, los jugadores
han hecho una comida rica en hidratos de carbono, con pasta de primero, pollo de segundo y arroz
con leche y ensalada de fruta de postres. Así, se quería conseguir que el exceso de hidratos de
carbono favoreciera el sueño. Y es que tras la comida se recomendaba dormir 3 horas. Y después,
mantenerse despiertos.
Tras este periodo de descanso empleó algo de cereales, yogur
líquido, tostadas y fruta fresca para los jugadores y se les ha vuelto a recomendar un par de horas
de descanso. Es a partir de ahí, cuando los jugadores han tenido que hacer un esfuerzo para
permanecer despiertos hasta la noche de Los Ángeles. Para favorecerlo, han disfrutado de una comida
rica en proteínas (roast beef con puré de patata, pollo, ensalada de arroz...), para aguantar hasta
que el avión ha aterrizado en el aeropuerto de Los Angeles, a las 14 horas (hora local en la costa
oeste de EEUU).
Luz diurna y ejercicio físico
Acto seguido se han desplazado hasta el hotel SLS de Beverly Hills, donde la consigna era
clara: estar expuestos a la luz exterior y, a lo sumo, echar una siesta de una hora. Con poco
tiempo para el descanso estaba programado un
entrenamiento
en la universidad de UCLA. Con esta sesión, que ha servido para estirar un poco las piernas,
se busca hacer algo de ejercicio físico para llegar hasta la hora de descanso.