El 4 de junio de 1983 el Barça ganó la segunda Copa al Madrid. En Zaragoza, los goles de Víctor y Marcos dieron al conjunto azulgrana la 20ª Copa de su historia (2-1).
La plantilla, celebrando el título en Zaragoza. Fotos: Archivo FCB
Como la de 1968, la final de
Copa entre Barça y Madrid de 1983 fue un partido para hombres. Duro y también muy
igualado,
resuelto por Marcos al límite del tiempo, cuando parecía que el encuentro llegaba
a la prórroga, tras el gol inicial de Víctor y el empate de Santillana en la reanudación.
Rexach y Julio Alberto, protagonistas de aquella final, repasan aquella final en
el programa
'Historias de la Copa' de Barça TV.
El error de Gerardo
La final había comenzado muy bien gracias a una asistencia de
Maradona hacia
Víctor, autor del 1-0. Un error de
Gerardo en un pase al portero, sin embargo, permitió al
Madrid entrar en la final. "
Gerardo se confió demasiado. Hasta entonces teníamos el partido controlado, pero
un error lo puede cometer todo el mundo", explica
Julio Alberto, que destaca las reiteradas faltas que recibió
Maradona aquel día: "Con las entradas que le hacieron el partido no acabaría [por
la cantidad de expulsados] si se jugara hoy".
Un gol con la oreja
Afortunadamente, aquel error de
Gerardo no tuvo ninguna consecuencia final y el título fue azulgrana. El gol de
Marcos con la cabeza, tras un nuevo centro de
Maradona, permitió al
Barça llevarse ese título al límite del tiempo. "Realmente lo mete con la oreja",
corrige
Julio Alberto.
Para
Rexach, aquella final estuvo marcada por las excesivas conducciones de balón. "El
marcaje al hombre hacía que
Diego,
Schuster o
Carrasco condujeran el balón con muchos toques de balón. Todos tenían la necesidad
de irse de su hombre", explica.
Una Liga discreta
El partido, dirigido en los banquillos por dos históricos como
Di Stéfano y
Menotti, llegó cargado de urgencias para ambos bandos.
Madrid y
Barça habían acabado segundo y cuarto, respectivamente, la temporada de Liga. El
título de la regularidad había sido para el
Athletic Club. Es por este motivo que la Copa lograda en Zaragoza a final de
temporada permitió al
Barça cerrar el curso con un gran recuerdo.
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