Pronto se cumplirán 105 años. El 13 de mayo de 1906 se jugó el primer Barça-Madrid de la historia en terreno barcelonista, un partido amistoso que concluyó con victoria local por 5-2 y que tuvo un epílogo desafortunado en el banquete final.
El primer Barça-Madrid en Catalunya se jugó en 1906. Fotos: Archivo FCB
La ficha
13 de mayo de 1906.
Campo de la calle Muntaner.
4.000 espectadores.
Barça, 5
Madrid, 2
FC Barcelona: Gibert, Carril, Martí; Galiardo, Quirante, Steinberg, Forns, Green,
Ponz, Charles Wallace i Sanpere.
Madrid FC: Alcalde, Berraondo, M. Yarza, P. Giralt, Normand, S. Yarza, Prast,
Parages, Méndez, Revuelto y S. Giralt.
Árbitro: Sr. Degollada.
Goles:
0-1: Méndez
1-1: Ponz
2-1: Wallace
2-2: Revuelto
3-2: Ponz
4-2: Forns
5-2: Wallace
Aquella temporada 1905/06 no había sido muy lucida para el Barça, que había quedado en una discreta
tercera posición en el Campeonato de Catalunya (por detrás del Club X y el Internacional) y por lo
tanto no había podido participar en el Campeonato de España, una competición que a la postre ganó
el Madrid al imponerse en la final, disputada el 10 de abril de 1906, al Athletic de Bilbao por
4-1.
Un partido para levantar los ánimos
Una vez finalizado el Campeonato de Catalunya, el Barça jugó durante ese mes de abril dos
partidos en tierras vascas que acabaron de forma desastrosa, ya que en el primero fue derrotado por
el Athletic de Bilbao por un inverosímil 10-1, mientras que en el segundo encuentro el Recreation
Club de San Sebastián se impuso a los azulgranas por 3-1.
De vuelta a la Ciudad Condal el Barça recibió críticas muy duras por parte de la afición.
Para arreglar un poco la situación, la directiva que presidía Josep Soler concertó un partido
amistoso con el Madrid, un equipo que hasta entonces no había jugado nunca en Catalunya. La idea
era que la parroquia culé se olvidara del mal momento del equipo con un buen espectáculo
futbolístico ante todo un campeón de España.
Sin embargo, conscientes de la debilidad del equipo, los azulgranas se reforzaron para la
ocasión con jugadores del Club X, el Internacional y el Català. De manera que al final sólo fueron
convocados tres jugadores barcelonistas "genuinos", como eran Quirante, Steinberg y Forns. El
partido quedó fijado para el domingo 13 de mayo de 1906 a las 16 horas, en el campo de la calle
Muntaner.
El primer clásico de la historia en Barcelona (exactamente cuatro años antes ambos equipos ya
se habían enfrentado al Madrid en las fiestas de coronación de Alfonso XIII, con victoria azulgrana
por 1-3) generó una enorme expectación, circunstancia que se vio favorecida por el hecho que por
primera vez se fijaron carteles anunciando un partido de fútbol en las calles de la Ciudad Condal.
Curiosamente, en aquellos carteles los jugadores del Barça salían dibujados con camiseta roja (de
hecho, jugaron con los colores azulgrana de siempre) y pantalón blanco, que sí eran los habituales
de la época.
Gran espectáculo en la calle Muntaner
Como
estaba previsto, el partido reunió una concurrencia extraordinaria (con una notable presencia
femenina) y las expectativas no se vieron defraudadas. Fue un encuentro de un excelente nivel en el
que al juego preciso y elegante del Madrid los locales opusieron una gran energía y pundonor que
acabó por dar sus frutos, ya que el Barça se impuso por 5 -2 (2-2 al descanso), con dos goles de
Charles Wallace (un jugador inglés que posteriormente ingresaría en el equipo barcelonista), dos de
Ponz y uno de Forns. Hay que decir que, según las crónicas, el Madrid jugó de manera preciosista,
"con bien combinados pases que nos trasladaban a una mesa de ajedrez, tal era su precisión y
exactitud", pero el equipo local, a pesar de la falta de conjunción -los jugadores no se habían
entrenado juntos ni un solo día- jugó con bastante entusiasmo y obtuvo una merecida victoria.
Al finalizar el partido, el público ovacionó a los dos equipos por igual, sin mostrar ningún
indicio de hostilidad hacia el Madrid. Fue, en definitiva, un partido en el que imperó la
corrección más absoluta, si bien tuvo mucho que ver la presencia de un fuerte contingente policial
que custodiaba el Capitán General de Catalunya, Arsenio Linares, espectador privilegiado de aquel
primer Barça-Madrid.
Tensión en el banquete
Desgraciadamente, el buen ambiente del partido se rompió en cierto modo en el banquete que se
celebró esa noche en el restaurante de la Estación de Francia. Asistieron 50 comensales entre
jugadores y representantes de ambos clubes. Por parte del Madrid estaba presente su presidente, el
catalán Carles Padrós. No se sabe quién lanzó la primera piedra, pero el caso es que durante la
velada hubo algunas alusiones poco afortunadas y palabras fuera de tono entre unos y otros. Udo
Steinberg, capitán y directivo barcelonista, hizo todo lo posible para que la tensión no pasara a
mayores, pero esa noche tuvo lugar el primer episodio de una rivalidad centenaria.