Aunque fue duda hasta el último momento, finalmente Albert Ferrer fue uno de los once jugadores que aquel 20 de mayo de 1992 saltó a Wembley con la camiseta del Barça. Su tarea ese día, "hacer un marcaje al hombre por todo el campo a Mancini".
En
1992 fue el año que más títulos ganó
Albert Ferrer con la
Liga, la
Copa de Europa y los
Juegos Olímpicos como trofeos más destacados: Pero, para Chapi, aquel curso fue
muy complicado: "Fue el año que menos minutos jugué". El motivo fue una lesión que lo dejó fuera
del equipo durante seis meses. "Recuerdo que 10 días antes de la final volví y jugué mi primer
partido después de la lesión. Fue en casa contra el Cádiz", rememora el lateral catalán. Pero ya
recuperado de la lesión, y ya concentrados en Londres para preparar la final de la Copa de Europa,
Albert Ferrer tuvo una gastroenteritis que le hizo ser duda hasta el último momento.
"Duda hasta última hora"
En
'Chapi' Ferrer reconoce que lo pasó mal antes de la final. "Hasta última hora fui
duda para jugar", dice el ex jugador del Barça, que explica que "hacía seis meses que trabajaba
para poder jugar este partido y por una tontería me podía perder la final". De todos modos, las
ganas de poder estar en Wembley le hicieron que
"en el momento de pisar el estadio se me pasaran todos los dolores".
La sombra de Mancini
Ferrer, que aún no había cumplido los 22 años, también estaba nervioso porque en la
final contra la Sampdoria tenía la misión de defender a uno de los
principales peligros del equipo italiano,
Roberto Mancini.
"Me tocó marcar uno de los mejores jugadores. Hice un marcaje al hombre por todo el campo.
Fue responsabilidad tras responsabilidad. Una situación estresante que al final salió
redonda". En este aspecto, 'Chapi' Ferrer recuerda que las consignas que le dieron para
defender Mancini era "tú no vas a jugar, pero él tampoco". Y añade que "mi trabajo fue muy duro,
porque prácticamente renuncias al balón y tienes que estar 120 minutos pendiente del jugador".
'Salid y disfrutad'
Antes de salir al campo
Johan Cruyff dijo a sus jugadores la ya mítica frase
"salid y disfrutad". Ferrer lo recuerda muy bien:
"Ya había hecho la charla del partido y es un momento en que el entrenador quería decir
algo para que quedara en la mente de los jugadores". El lateral derecho explica que
"sufrimos mucho, pero lo intentamos disfrutar".
Wembley, la catedral del fútbol
Seguramente para Albert Ferrer
Wembley es el escenario ideal para ganar
la primera Copa de Europa de la historia del Barça.
"Wembley desprende algo especial. Ganar allí y subir las escaleras es muy
emotivo". Además, antes de empezar la final quedó impresionado por el ambiente que había.
"Estar en Wembley calentando, en una final, escuchar la canción de Barcelona cantada por Freddy
Mercury y Montserrat Caballé fue muy emocionante". Una emoción que pasó algo de factura al equipo,
ya que
"llegamos muy temprano y estuvimos dos horas en el vestuario". "Fue una inquietud
impresionante. Recuerdo a
Julio Salinas
paseando arriba y abajo como un loco porque no sabía qué hacer. Estábamos todos angustiados
porque teníamos muchas ganas de que empezara el partido".