Hristo Stoichkov, uno de los referentes del FC Barcelona de 1992, revive, en el programa 'Héroes de Wembley' de Barça TV, la final de Wembley de aquel año: "Éramos un equipo hecho y aprovechamos la dinámica ganadora que teníamos".
Hristo Stoitxkov, sobre el césped de Wembley, llevando la Copa de Europa. Fotos: Archivo FCB
La de Londres fue la primera final de
Stoichkov con el Barça. Un año antes, se perdió la de
Rotterdam ante el United por lesión. "En la primera final no jugué. Estaba rabioso
conmigo mismo porque me había 'roto' contra el Zaragoza y no podía jugar contra el United. El
equipo también sufrió, porque
Zubizarreta y Amor tampoco jugaron y entonces éramos tres jugadores importantes",
lamenta. La final de Wembley, pues, era una cita aún más especial para el búlgaro.
Una buena dinámica
El equipo llegaba a
Wembley con una buena dinámica de resultados, habiendo
ganado la Liga y la Copa
la temporada anterior. "El equipo estaba hecho y cogimos una buena dinámica.
Llegar a la final de la Copa de Europa de 1992 era muy difícil, porque en Kaiserslautern
sufrimos hasta que hicimos un gol de esos que entra uno de cada mil, el de Bakero",
recuerda. La semifinal tampoco fue fácil: "Aquí sufrimos con el Benfica. Nos pusimos 1-0, 1-1 y
luego 2-1. Sufrimos mucho porque teníamos la ansiedad de llegar a Wembley".
"El Barça era mucho mejor que la Sampdoria"
Sobre la final, Hristo Stoichkov tiene claro que el Barça era mejor que su rival
italiano: "
Creo, sinceramente, que el Barça era mucho mejor que la Sampdoria, pero siempre había el
factor negativo de haber perdido una final jugada ‘en casa’ [se jugó en Sevilla] contra
el Steaua", cuando el equipo cayó en los penaltis en 1986. Sin embargo, Stoichkov piensa
que el equipo estaba "bien preparado para ganar aquella final".
En este sentido, el búlgaro resalta "la casta" de aquella
plantilla. "Sólo había tres extranjeros en la plantilla, Koeman, Laudrup y yo. Fue muy
fácil adaptarnos a este club y a esta cultura. Entre todos teníamos una única idea en la cabeza:
ganar la final", explica.
Una falta ensayada
Stoichkov rememora también cómo se vivieron las horas previas a la
final.
"En el entrenamiento del día anterior le dije a Koeman que intentásemos una falta donde yo
la toco, Bakero la detiene y Koeman chuta. Sin barrera ni nada. Así de fácil. Lo probamos justo en
el mismo lugar donde después marcaríamos", confiesa. Aparte de esta coincidencia, el
delantero recuerda que
Johan Cruyff quería alejarles del hotel: "Nos paseamos por los 18 hoyos del campo
de golf que había cerca del hotel. Su intención era que estuviéramos el menor tiempo posible en el
hotel. Cruyff sabía perfectamente que éramos mejores, pero también sabía que ellos tenían jugadores
que nos podían hacer daño".