12.07.2010 16:01
Un crack mundial forjado en casa
Jaume Marcet
Andrés Iniesta juega de azulgrana desde los 12 años. El manchego es un producto genuino de la cantera del Barça donde llegó en el el verano de 1996. Su talento le permitió quemar etapas a una velocidad de vértigo hasta llegar a conquistarlo todo.
Soñaba en convertirse en un gran futbolista y triunfar en el Camp Nou pero lo que, seguramente,
nunca hubiera llegado a imaginar de pequeño Andrés Iniesta, es llegar a convertirse en un
protagonista activo y clave de los triunfos históricos de los últimos años del Barça y de la
selección española.
Iniesta ha sido campeón de Europa y del mundo con el Barça y con España en unos logros que
son, en parte, consecuencia de una trayectoria impecable de14 años en el FC Barcelona.
Sufre pero se adapta y crece
En 1996 dejó Fuentealbilla y el Albacete Balompié para
incorporarse a La Masía y a las categorías inferiores del FC Barcelona.
Iniesta era un niño de solo 12 años y la adaptación al su nueva casa y ciudad no fueron
fáciles.
La añoranza era el sentimiento más habitual en la vida de un chico tímido que superó este
primer gran reto gracias a la ayuda del personal de La Masia, de técnicos como Albert Benaiges y de
sus compañeros en la reidencia y de vestuario.
Todo ello, unido a su gran pasión por el fútbol, permitió que el chico de Fuentealbilla
demostrara su talento en los campos anexos al MiniEstadi y su madurez en la Masía.
Primer mundial
En 1999, Iniesta conquista su primer 'Mundial'. Andrés marcó el gol de oro de la final de la
Nike Premier Cup, una competición considerada como un Mundialito sub-15.
El partido que enfrentaba en el Camp Nou al Cadete B del Barça contra el Rosario Central
argentino fue presenciado por el entonces capitán azulgrana, Pep Guardiola quien entregó la copa de
campeón al joven talento manchego. En declaraciones a Barça TV (entonces Canal Barça) Iniesta
confesó la importancia de aquel gol premonitorio: "hasta ahora es el gol más importante de los que
he marcado, somos campeones del mundo y eso es gracias al esfuerzo de todos".
Ascensión fulgurante
Aquel triunfo premonitorio por el escenario (Camp Nou) y la competición
(Mundial) fue el empujón definitivo para una joven perla que de cadete ya apuntaba a crack. Con el
Cadete A de Pep Alomar (1999-00) Iniesta lideró un equipo tan superior al resto que, además de
ganarlo todo, se permitía hacerlo con goleadas con más de 30 goles por partido.
La temporada 2000-01 llega a ser una de las más productivas para un Iniesta que en lugar de
empezar con el Juvenil B, como el resto de sus compañeros de generación, da el salto al Juvenil A.
A pesar de ser el más joven del equipo, Iniesta coge las riendas del conjunto dirigido por Juan
Carlos Pérez Rojo. El entonces técnico del Juvenil A mostraba a Barça TV su admiración por el joven
Andrés: "además de una gran técnica, lo que más me gusta de él son sus ganas de aprender".
Rojo pudo disfrutar de Iniesta sólo durante media temporada ya que enseguida dio el salto al
Barça B de Josep Maria Gonzalvo. Su salto posterior al primer equipo y triunfo en el Camp Nou
supone una historia ya conocida por todos.