16.12.2010 12:28
20 años del debut de Guardiola
Manel Tomàs
Este jueves se cumplen 20 años del debut oficial de Josep Guardiola con el primer equipo del Barça. Fue el 16 de diciembre de 1990, en un partido de Liga disputado en el Camp Nou ante el Cádiz.
No era la primera vez que Pep jugaba un partido con los grandes. El 1 de mayo de 1989 ya había
participado en un partido amistoso en Banyoles entre el conjunto local y un combinado de suplentes
y jugadores de los equipos filiales del Barça. Pero la prueba de fuego llegaría en aquel partido
contra el equipo gaditano. Guillermo Amor era baja en el centro del campo y Cruyff pensó en aquel
jovencito de 19 años que estaba haciendo una temporada fantástica en el Barça B.
Los nervios del debut
Fue un día muy grande para Guardiola. Acostumbrado a jugar los partidos del Barça B
en el Miniestadi con una concurrencia no muy numerosa, 75.000 espectadores en las gradas del Camp
Nou eran para acobardar a cualquiera. De hecho, mientras estaba en las escaleras de acceso al
terreno de juego, se fue poniendo nervioso, le sudaron las manos y el pulso le iba a cien.
Pero este estado de ánimo alterado le desapareció por arte de magia cuando saltó al césped.
Con el número 10 a la espalda se hizo la foto de un equipo formado por Zubizarreta, Nando,
Alexanko, Eusebio, Serna, Bakero, Guardiola, Goikoetxea, Laudrup, Julio Salinas y Begiristain. Poco
después el árbitro pitó el inicio del partido y Guardiola se dedicó sencillamente a hacer lo que
sabía: jugar al fútbol.
Una buena actuación
Si bien globalmente el equipo no tuvo una actuación demasiado lucida (el Barça
venció al Cádiz por un discreto 2-0, con goles de Begiristain y Bakero), Guardiola ya jugó muy
bien, manejando el balón con su pulcritud y maestría características. En la primera parte se salió
con buena nota (aunque vio una tarjeta amarilla en el minuto 33 por una entrada a Bernardo), pero
aún afinó más su juego en la segunda mitad.
En su cabeza sólo hervía una idea: que el Barça no dejara escapar ningún punto para que
después no dijeran que había sido culpa del debutante pardillo. Al final todo acabó bien, con
victoria local y con el Barça líder destacado con seis puntos de ventaja sobre el segundo
clasificado, el Atlético de Madrid. Aquella Liga 1990/91 sería la primera de las cuatro
consecutivas que ganó el Dream Team.
La primera piedra de una etapa gloriosa
Aquel futbolista de técnica depurada y soberbia visión de juego no dejó indiferente a nadie.
En la temporada 1990/91 terminó de foguearse en el Barça B y sólo disputó cuatro partidos oficiales
más con el primer equipo, pero en la siguiente campaña ya se hizo un hueco con los grandes y llegó
a jugar en 40 ocasiones en el conjunto de Johan Cruyff.
Pronto se convirtió en un crack y una verdadera referencia del equipo durante toda una década
dorada llena de títulos, con un bagaje de 384 partidos y un palmarés inigualable.