En el verano de 1993 el Hajduk Split se enfrentó al Barça en las semifinales del Joan Gamper, un trofeo que entonces se disputaba en formato cuadrangular. Los hombres de Cruyff ganaron por 4-0.
Como entonces era tradicional, aquel partido, jugado el 24 de agosto, sirvió de presentación del
Barça en el Camp Nou ante su afición. El otro aliciente de la jornada fue la entrega por parte del
presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, de la copa de campeón de Liga
correspondiente a la temporada 1992/93. El trofeo fue recogido por José Ramón Alexanko, que aquel
día se despidió como jugador después de trece años luciendo la camiseta azulgrana.
Poca gente y un Romario estelar
Sin embargo, la asistencia al estadio fue más bien
escasa (unos 30.000 espectadores), en gran parte debido a la lluvia que cayó a cántaros. Además, a
las inclemencias de la climatología se añadió, en el minuto 22 de la segunda parte, un apagón
general de luces que dejó el Camp Nou completamente a oscuras durante un cuarto de hora.
Pero el encargado de iluminación • iluminar aquella lluviosa noche de verano debía ser
Romário. El "Baixinho", que ya había deslumbrado a todos con sus magistrales goles en la
pretemporada del Barça, fue el protagonista, con tres dianas ante un Hajduk Split fuerza
voluntarioso pero que no pudo frenar la avalancha ofensiva del Barça, que ganar por 4-0. Aquel
Dream Team que entrenaba Johan Cruyff había retocado la delantera de cara a la nueva temporada y
contaba con un punta definido como era Romario, que pronto hizo una pareja letal con el búlgaro
Stoichkov.
Superioridad azulgrana
Aquella semifinal del Gamper no tuvo mucha historia. A pesar de contar con las
bajas de Laudrup y Eusebio, el Barça era superior al equipo croata. Goran Vucevic, que se
enfrentaba a sus antiguos compañeros del Hajduk, era la principal novedad la alineación del equipo
azulgrana, que evidenció una cierta falta de rodaje. Romario abrió el marcador en el minuto 21 tras
una perfecta asistencia de Amor. Ya en la segunda parte, el siempre infalible Koeman puso el 2-0 en
el minuto 48 al transformar un penalti. Desde entonces el juego transcurrió baj
o los parámetros de la monotonía hasta que Romário
animó bastante el ambiente con dos últimos goles a los minutos 85 y 88, ambos en centradas de Txiki
Begiristain. A pesar de la goleada, el Hajduk se fue del Camp Nou con la cara bien alta, ya que
hizo un digno papel.
El Gamper, para el Tenerife
La felicidad no sería completa, porque al día siguiente el Tenerife de Jorge
Valdano derrotó al Barça por 1-3 en la final del Gamper. El equipo canario, que había derrotado a
la otra semifinal el Girondins de Burdeos por 3-1, se llevó el trofeo, pero hay que decir que los
aficionados azulgrana no se sintieron decepcionados en exceso. Y es que todo el mundo recordaba que
las Ligas 1991/92 y 1992/93 se habían ganado gracias a sendas victorias del Tenerife sobre el Real
Madrid en las últimas jornadas.