David R. Jover
El central argentino abandona la disciplina azulgrana después de cuatro años repletos de títulos pero con la mala suerte de las lesiones.
Milito, con Mascherano y Messi, el día de la celebración del título de Liga 2010/11. Foto: archivo FCB.
Gabi Milito
no ha podido deslumbrar durante las cuatro temporadas que ha vestido la camiseta azulgrana por
culpa de las lesiones. Sin embargo, el argentino ha sido una pieza clave dentro del engranaje
azulgrana en el vestuario.
Compromiso y lesiones
Milito fichó por el Barça el verano del 2007. Proveniente del Zaragoza, donde
estuvo también cuatro temporadas, el argentino demostró carácter, compromiso y liderazgo en la
defensa azulgrana. En su primera temporada disputó un total de 42 partidos, pero la peor noticia la
recibió durante la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones el 29 de abril de 2008 ante el
Manchester United. Milito se lesionó la rodilla derecha y estuvo alrededor de dieciocho meses de
baja.
Importante en el vestuario
Milito volvió a jugar con el Barça, después de dos operaciones, el 7 de
enero de 2010. Fue en el Camp Nou en un partido de Copa del Rey ante el Sevilla. Aquella temporada,
la 2009/2010, disputó hasta 17 partidos, once de Liga, cinco de competición europea y uno de Copa
del Rey. La temporada 2010/11 jugó 16 partidos, diez de Liga, y fue uno de los artífices del gran
año del Barça, que consiguió Liga y Liga de Campeones. Milito, además, siempre ha sido considerado
una figura capital en el vestuario azulgrana por su implicación.
Balance positivo
El paso de Milito por el Barça ha sido más que positivo: 10 títulos. Tres Ligas,
dos Ligas de Campeones, dos Supercopas de España, una Copa del Rey, un Mundialito de Clubes y una
Supercopa de Europa avalan la trayectoria de Milito como azulgrana.