La temporada 2009/10 fue la de Pedro Rodríguez. Marcó en 6 competiciones, se afianzó en el primer equipo como titular y acabó ganando un Mundial. Todo ello, comenzó en Mónaco donde marcó el único gol del partido.
Foto: Miguel Ruiz (FCB).
Tras 115 minutos sin goles, un jovencito canario que Europa aún no conocía vio como Pedro marcaba
el gol que daría la Supercopa al FC Barcelona. Sin aquel gol, el Barça de Guardiola no hubiera
ganado los 6 títulos y Pedro quizá no habría firmado una progresión tan fulgurante en una sola
temporada.
La sorpresa de Guardiola
Un competitivo Shaktar Donetz puso las cosas muy difíciles a un Barça
que estaba en plena pretemporada. El calor asfixiante y un pésimo terreno de juego no ayudaban y
los azulgranas no lograban ver portería. En el minuto 81 el partido llegaba al momento decisivo y
entonces el entrenador sustituyó a Ibrahimovic por un joven inexperto como Pedro. Guardiola apostó
por aquel jugador que conocía bien del filial y el canario respondió con colocación, presión
defensiva y determinación en el único disparo que hizo en todo el partido. Minuto 115, una
internada suya por la izquierda acaba con un balón dividido en la frontal y el canario que la
coloca flojita a la base del palo para dar la Supercopa de Europa.
El jovencito recién llegado
Con la llegada de Guardiola Pedrito empezó a tener minutos en el primer equipo pero al final
de curso sólo acabó sumando 568 minutos, menos de un 1% de los minutos totales. El curso siguiente,
ya como Pedro, en la ida de la Supercopa de España el canario aprovechó que Ibrahimovic y Messi
eran baja, para jugar y marcar un golazo en Bilbao. De allí a la prórroga de Mónaco, el gol del
Mundial de Clubs y una temporada sublime que acabó con Henry en el banquillo y Pedro firmando 23
goles.