No coincidieron en el Barça. Zambrotta llegaba al club azulgrana cuando Van Bommel decidía cambiar de aires y fichar por el Bayern de Múnich en el verano de 2006. No estuvieron mucho tiempo pero ambos fueron jugadores importantes para Frank Rijkaard, el entrenador azulgrana aquellos años.

Van Bommel, potencia y altura para un mediocampo de toque

Tras ganar la Liga en la temporada 2004/05, la Champions era el gran reto del Barça para la siguiente campaña tras caer prematuramente eliminados a manos del Chelsea. Frank Rijkaard quería más músculo y altura para un centro del campo de gran calidad técnica con Xavi, Deco o Iniesta. El elegido fue el centrocampista internacional del PSV Eindhoven, Mark Van Bommel.

36 partidos, 4 goles y tres títulos

Van Bommel jugó 36 partidos en la única temporada que defendió la camiseta azulgrana. Algunos problemas físicos y la eclosión del joven Andrés Iniesta impidieron que tuviera más protagonismo. Con todo, el centrocampista holandés jugó 24 partidos de Liga, 3 de Copa del Rey y 9 de Liga de Campeones, incluida la final de París. Marcó cuatro goles y dio consistencia y agresividad a un equipo que cuajó la mejor temporada de los últimos años, ganando la Liga, la Champions y la Supercopa de España.

Pero Van Bommel quería más protagonismo en el equipo. La presencia de un Iniesta con cada vez más peso específico en el juego azulgrana le cerraba el paso a la titularidad y por ello pidió al club su traspaso al Bayern de Múnich, equipo donde tenía un puesto fijo en el once inicial. El traspaso se hizo oficial el verano de 2006 por seis millones de euros.

Zambrotta, experiencia y polivalencia para la defensa

Si con Van Bommel, Rijkaard buscaba potencia en el centro del campo, con el fichaje de Gianluca Zambrotta la temporada siguiente, lo que quería era polivalencia y experiencia para la defensa. Este lateral italiano de 29 años que podía jugar por ambos lados, fichó por cuatro temporadas procedente de la Juventus acompañado de otro ilustre veterano, Lilian Thuram.

Zambrotta defendió la camiseta del Barça durante las temporadas 2006/07 y 2007/08. Contó con la total confianza de Rijkaard jugando un total de 43 partidos en la primera temporada y 41 en la segunda y marcando tres goles. Desgraciadamente, su presencia coincidió con dos años de sequía de títulos que acabaron con la destitución de Rijkaard al final de la temporada 2007/08. Zambrotta no entraba en los planes del nuevo entrenador, Josep Guardiola y fue traspasado al Milan el 31 de mayo de 2008.