Luis Enrique llegaba al banquillo del filial azulgrana (entonces conocido como Barça Atlètic) con el difícil reto de sustituir a Guardiola, una vez el de Santpedor pasó a ser el entrenador del primer equipo azulgrana.

De menos a más

Las primeras nueve jornadas de Liga de la temporada 2008/09 el Barça Atlètic no acababa de funcionar y ocupaba el penúltimo lugar de la tabla de la Segunda B. Luis Enrique aseguró que el objetivo era la permanencia y a partir de entonces el equipo empezó a funcionar y escalar posiciones en la clasificación.

De esta manera, el segundo equipo azulgrana llegó a la última jornada con posibilidades de jugar el play-off, pero sin depender de sí mismo. Con Pedro como gran referente, el Barça Atlètic ganó en Benidorm pero el resto de resultados no acompañaron y los de Luis Enrique finalizaron la temporada quintos y cerca de los puestos de 'play-off'.

La temporada del ascenso

El inicio de la segunda temporada de Luis Enrique en el filial tampoco fue el deseado. Después de tres jornadas el equipo ocupaba uno de los últimos puestos de la tabla pero la reacción fue fulminante y enseguida el Barça Atlètic se acercó a los puestos de privilegio de la clasificación. Durante toda la segunda vuelta, el Barça Atlètic ocupó un lugar entre los cuatro primeros y finalizó la liga regular en segundo lugar, sólo por detrás del Sant Andreu.

En el play-off el filial azulgrana superó tres eliminatorias durísimas. Con un Miniestadi entregado, el filial superó uno tras otro, al Poli Ejido, al Jaén y al Sant Andreu y de esta manera consiguió el soñado retorno a la Segunda División A.

En el Narcís Sala, el equipo de Luis Enrique logró resistir a los ataques locales y lograr un empate sin goles que hacía bueno el gol de Soriano de la ida. El ascenso a la Segunda A era la culminación de un trabajo riguroso y ambiciosa en la que Luis Enrique había liderado un grupo de jugadores que se habían mostrado más competitivos que nunca.

Equipo revelación a la Segunda A

En agosto de 2010 Luis Enrique y su equipo, de nuevo conocido como Barça B, afrontaban un reto tan estimulante como complicado. Había que demostrar que este equipo era capaz de mantenerse fiel a su estilo y a la vez ser competitivo.

Al contrario que en las dos últimas temporadas, el Barça B empezó muy fuerte y enseguida tomó el pulso a la categoría. Después de 29 jornadas de Liga, el Barça B ocupa el cuarto lugar de la clasificación y es con 56 goles el equipo más goleador de la segunda A.

Todo ello con un grupo de jóvenes jugadores que a menudo van convocados y juegan con el primer equipo ya los que ha inculcado un espíritu ganador que le hizo famoso en su época de jugador.