En tres ocasiones, el Barça B ha finalizado la Liga en la Segunda División A ocupando el sexto lugar de la tabla.

Una vez asegurada la permanencia, el reto de Luis Enrique y su cuerpo técnico pasa por acabar entre los cinco primeros y lograr de esta manera la mejor clasificación histórica del Barça B.

Tras anunciar su marcha al final de la temporada, Luis Enrique utilizó antes de enfrentarse al'Alcorcón un vídeo motivador donde hacía evidente el objetivo señalado: "Queremos ser a efectos numéricos el mejor filial del Barça de la historia ", aclaraba poco después Lucho en una rueda de prensa.

Cuatro puntos de margen

Después de 35 jornadas de Liga y a falta de 21 puntos por jugarse el Barça B de Luis Enrique ocupa con 58 puntos el cuarto lugar de la tabla, con 1 punto más que el Elche (5 º) y cuatro más que el Granada ( 6 º). El segundo equipo azulgrana afronta un apretado calendario con siete partidos en poco más de 35 días. De estos partidos restantes, cuatro los jugará lejos del Miniestadi.

Rivales necesidades

El primer rival en esta recta final del campeonato será este viernes 29 de abril el Valladolid. Los de Pucela, séptimos con cinco puntos menos que el Barça B, necesitan la victoria para afianzar sus aspiraciones de volver a Primera.

A partir de aquí, el Barça B se verá las caras con tres equipos que luchan por huir de los puestos de descenso. El Albacete visitará el Mini con la obligación de ganar si no quiere dejar escapar las esperanzas de mantener la categoría. La visita al campo de la Ponferradina, en jornada intersemanal, será de un carácter similar ante un equipo que ha sido el colista durante buena parte del campeonato. Este miniciclo de enfrentamientos contra los equipos de abajo concluirá con el partido de la jornada 39 en el Mini contra un Las Palmas que ahora mismo es decimoséptimo.

El 22 de mayo el Barça visitará Montilivi en un derbi que puede ser determinante para comprobar si los de Raúl Agné poder soñar aunque el ascenso. En la penúltima jornada el Barça B recibirá un Salamanca que puede jugarse la vida por mantener la categoría, mientras que el último partido de la era Luis Enrique se jugará en el campo de un Rayo que podría ser ya equipo de Primera.