09.11.2010 18:22
El mejor inicio de la era Luis Enrique
Jaume Marcet
En su tercera temporada en el banquillo del filial, Luis Enrique ha firmado las mejores cifras después de once jornadas de campeonato. El Barça B ha sumado más victorias y goles que en las anteriores temporadas y está mejor situado en la clasificació
"No nos marcaremos ninguna meta hasta que veamos cómo nos adaptamos a la Segunda A, no
sabemos cuál será nuestro nivel competitivo en una categoría nueva para nosotros". La sentencia de
Luis Enrique antes de empezar la temporada mostraba un técnico prudente, sobre todo después de la
experiencia de dos años donde costó más de lo esperado engrasar la maquinaria del filial.
Arranque genial
En cambio, el inicio de la tercera temporada de Luis Enrique en el
Barça B está siendo prácticamente inmejorable. De los 33 puntos en juego el equipo ha sumado 22 y
ocupa uno de los puestos de promoción a ascenso a la Primera División. Con 22 puntos, los de Luis
Enrique son cuartos empatados con los terceros (Celta) y sólo cuatro puntos del líder (Betis). La
efectividad en el Miniestadi, donde el equipo ha ganado cinco partidos y sólo ha perdido uno, es
clave para entender el excelencte arranque del Barça B.
Primer inicio complicado
Luis Enrique no olvidará nunca cómo fueron sus primeros meses como entrenador del
Barça Atlètic. El asturiano debutaba como técnico del filial tras el ascenso de Guardiola al primer
equipo y después de nueve jornadas el equipo era decimonoveno. Aquel inicio irregular se resolvió
con una reacción del equipo que finalizó en un meritorio quinto puesto.
Reacción más rápida
El segundo año de Luis Enrique tampoco comenzó de la mejor manera.
Después de tres jornadas, el segundo equipo azulgrana era segundo por la cola con sólo un punto. La
reacción del filial fue, sin embargo, inmediata: tras once jornadas los de Luis Enrique habían
logrado subir hasta el séptimo puesto de la clasificación. La evolución positiva del Barça Atlètic
no se frenó y el equipo finalizó segundo en la Liga regular y con el ascenso en el bolsillo,
después de una fase de ascenso impecable.