Andrés Iniesta vivió los años clave de su formación en La Masia. Después de destacar en edad alevín al Albacete con sólo 12 años, el manchego pasó por todas las categorías de la cantera azulgrana desde el Infantil B hasta el Barça B.
Andrés Iniesta es uno de los ‘productos' más reconocidos de la cantera del Barça. Fichado por
el club a una edad delicada, Andrés pulió su gran talento en La Masia, superando los problemas de
adaptación en Barcelona.
Explota en Brunete
En 1996 los técnicos del fútbol base del Barça disponían de excelentes
informes sobre un pequeño mediocentro llamado Andrés Iniesta. Albert Benaiges, actual coordinador
de las categorías inferiores del Barça ya conocía el talento de aquella joven perla pero su gran
actuación en el Torneo de Fútbol-7 de Brunete precipitó los acontecimientos. “Andrés era el
líder y crack del Albacete y dejó todo el mundo boquiabierto con un fútbol inteligente y creativo.
Los grandes clubs españoles se interesaron por sus servicios, pero el FC Barcelona agilizó las
gestiones por incorporarlo a La Masia”. Benaiges reconoce que “aquella decisión fue un
gran acierto del club”.
Adaptación difícil
Dejar su tierra natal, Fuentealbilla, para buscar la gloria en Barcelona no fue un camino
fácil por Andrés Iniesta. Vivir lejos de sus padres y familia con sólo 12 años la ocasionó muchos
días de lloros y lágrimas. Iniesta lo explicaba en el 2001 a Barça TV: “No lo pasé bien en
mis inicios en el club, era muy pequeño y en algunos momentos me sentía solo, pero gracias a la
ayuda de mis compañeros y entrenadores lo superé”. Uno de sus técnicos en los equipos
inferiores, Juan Carlos Pérez Rojo, reconocía que “por su carácter no es fácil pasar de
Albacete a Barcelona, es un chico tímido al que tienes que sacar las palabras en cuentagotas, pero
es una persona y un jugador muy inteligente y por eso nunca le arredran los tropiezos”.
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Éxito en la Nike Premier Cup
Uno de los momentos álgidos de su progresión como futbolista en la cantera azulgrana llegó en
verano de 1999. El Cadete B del Barça se proclamó campeón de la fase mundial de la Nike Premier Cup
disputada en Barcelona. La final, disputada en el Camp Nou, la resolvió Andrés con un gol de oro
que derrotó el equipo argentino de Rosario Central. Después de ganarlo todo como cadete, en pocos
meses pasó de la división de honor juvenil a debutar con el Barça B en la temporada 2000-01. Su
primer entrenamiento con el primer equipo del FC Barcelona le llegó de la mano de Serra Ferrer, que
le conocía de su etapa como director del fútbol base del club.