
08.04.2009 19:06
Jaume Marcet
El preparador físico del Barça Atlètic José Ramón Cayén considera al entrenador del filial un ejemplo en el que fijarse en cuanto a preparación física. Cayén considera que el filial llerga al tramo final de la temporada en gran forma.
“Es un aprendizaje constante. Antes de entrar en un mundo así
tienes que tener unas bases grandes a nivel científico y de entrenamiento, tanto teórico como
práctico, es esencial que las personas con las que trabajas crean en tu trabajo, conozcan tu
trabajo y te den la parte de responsabilidad que te toca. También hace mucho la plantilla que
tienes y con jugadores jóvenes que tienen todavía mucho que hacer en el futbol, tienen todavía todo
que hacer en el futbol, pues la predisposición y la posibilidad de desarrollar una parte física con
ellos es mucho más amplia que en otros equipos en los cuales los jugadores ya son más veteranos, ya
vienen más de vuelta . Aquí es una maravilla porque los jugadores cada día hacen bueno el
entrenamiento que tú has preparado en el despacho en la teoría, con los entrenadores.”
“Más que buscar un pico de forma determinado en un mes
o en dos meses, lo que hemos intentado es hacer una pretemporada muy exigente para que eso nos
permitiese estar durante la mayor cantidad de tiempo posible, el resto de la temporada con la liga
regular en marcha ya, en un porcentaje muy alto del nivel de forma. O sea, no hacer picos muy
grandes y, por lo tanto, caídas muy grandes, y mantenernos siempre en un nivel estable de forma que
les permita estar 90 a un ritmo alto”.
“Es complicado porqué tienes a 20 jugadores y cada uno es un
mundo, cada uno es totalmente diferente a su compañero. Pero dentro de esa complicación nuestro
trabajo es intentar amoldarnos a lo que cada uno necesita en cada momento. Ellos tienen total
libertad para comunicarnos si tienen algunas sensaciones no del todo agradables o si piensan que a
lo mejor esa siguiente serie les va a perjudicar más que beneficiar, tienen toda la confianza para
decírnoslo y nosotros por supuesto luego valoramos si eso es viable o no y luego un trabajo
personalizado con cada uno en el que incluimos a veces la utilización del pulsómetro, para valorar
cargas o ver cuando un jugador está mejor, está peor.”
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