
03.07.2009 19:17
Jaume Marcet
La brillante actuación del Alevín A en la Coruña es el último ejemplo del buen funcionamiento del fútbol
Captación precisa: El departamento que dirige Pep Boada es clave para acertar
en las incorporaciones al fútbol base. La red de observadores que se extiende por Catalunya, el
resto del estado y el extranjero trabaja durante todo el año para buscar futbolistas de 'perfil
Barça'. Boada entiende que “la captación es fundamental porque ahorra muchos costes a los
clubes”.
Entrenadores formativos: Los entrenadores del fútbol
base azulgrana no tienen que priorizar la competición y los resultados en su trabajo diario.
La tarea principal es trabajar en la mejora individual y colectiva de los jugadores en todos los
aspectos del juego. El director del fútbol base, José Ramón Alexanko, considera que los títulos
“gustan y hacen mucha ilusión a los jugadores pero no son, para los técnicos, el
elemento más importante a valorar; la mejora y el perfeccionamiento de los jugadores es
nuestra prioridad”.
Esquema de juego consolidado: Desde que Cruyff implantó el año
1988 el sistema 3-4-3 en el primer equipo y al resto de categorías inferiores, la
cantera azulgrana ha sufrido pocas variaciones en la manera de entender el juego desde la
base. El 4-3-3 que ya utilizaron Van Gaal y Rijkaard y que es el sistema más habitual de
Guardiola es el punto de partida de los equipos inferiores. Además de la distribución de los
jugadores en el campo, la filosofía de tener cuidado y dominar el balón así como atacar
por los extremos está consolidada desde hace dos décadas.
El ambiente de la Masia: “Son una gran familia y se
ayudan y colaboran en todo cuanto pueden”. Así describe Carles Folguera, director de la
Masia, el comportamiento de la residencia de futbolistas de mayor prestigio del mundo. Además de su
valor simbólico, es fundamental para integrar y formar en el aspecto humano los jóvenes talentos
que llegan de todos los lugares del mundo. El cuidado en el control de los estudios y hábitos de
los residentes forma parte del ADN de la Masia.
Valentía para dar oportunidades: El caso de Marc Muniesa simboliza la
valentía de Guardiola a la hora de dar oportunidades a la cantera. Muniesa, de 17 años, salía de
una grave lesión y sólo acumulaba cinco partidos con el Juvenil A cuando dio el salto directamente
al primer equipo contra Osasuna el día que el Camp Nou celebró el título de Liga. Guardiola
justificó su decisión “porque se trata de un central zurdo de mucho futuro”. Unas
condiciones que lo convencieron para sentarlo en el banquillo del Olímpico de Roma en la
final de la Liga de Campeones.
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