19.10.2010 12:59
Fran Sánchez, un joven veterano de los banquillos
Jaume Marcet
En una entrevista a Barça TV, Fran Sánchez, el técnico del Infantil A, repasa su trayectoria en el club, habla de la nueva etapa profesional de los entrenadores y da las claves del por qué de la calidad de la cantera del Barça.
Sólo tiene 32 años, pero a su edad ya es el entrenador más veterano de la cantera del Barça. Fran
Sánchez lleva 13 temporadas dirigiendo a los jóvenes futbolistas de la base y por sus manos han
pasado jugadores que ya saben lo que es jugar con el primer equipo del Barça, como Thiago Alcántara
o Marc Bartra. La pasada temporada, Fran Sánchez entrenó al Cadete A azulgrana consiguiendo el
título de liga con un pleno de 30 de 30 victorias posibles. Este curso, afronta un nuevo reto con
el Infantil A, un equipo que después de cuatro jornadas está invicto en la competición.
¿Cuando empezó a trabajar para el Barça?
"Si no recuerdo mal, sobre la temporada 1998/99 tuve la oportunidad de entrar como
monitor de la Escola de Fútbol, que empezaba aquella temporada. Y en el mismo momento me hice cargo
del Alevín B de la Agrupación de Peñas del Fútbol Club Barcelona. En aquella época no había
benjamines y los jugadores de edad benjamín de más proyección estaban jugando en este equipo de la
Agrupación de Peñas. A raíz de ahí, al año siguiente, estuve de segundo entrenador en los equipos
del fútbol base del Barça con Rodolf Borrell y la tercera temporada ya entré como entrenador de los
benjamines del club. A partir de aquí, he pasado por benjamines, alevines, infantiles, cadetes y
ahora, otra vez, con el Infantil A."
Es el entrenador que suma más temporadas en las categorías inferiores del club. ¿Cómo lo
lleva?
"Te hace sentir un poco mayor, pero lo llevo bien. Intento aportar la experiencia
que he ido adquiriendo estos años y trato de ayudar a algunos de los compañeros que llevan menos
tiempo aquí. "
Empezó a entrenar muy joven. ¿Por qué? ¿Por entonces usted ya vio que quería ser
entrenador?
"Cuando acabé la EGB y empecé el instituto, tuve la oportunidad de empezar a
entrenar a equipos de fútbol sala en la escuela donde yo había estudiado. Siempre me había llamado
mucho la atención. Cuando entré a la universidad a estudiar INEF, dejé de jugar al fútbol porque
veía que no tenía ningún futuro y me decanté por esta rama de entrenar, porque ya llevaba unos años
haciéndolo en el ámbito escolar y me atraía mucho. Además, en mi entorno siempre había estado
rodeado de gente que entrenaba, mi hermano también estaba estudiando INEF y mi padre también es una
persona muy futbolera. Y vi que me podría decantar por esta vertiente, me gustaba mucho, y tiré por
ahí."
¿Le gusta trabajar con niños?
"Sí, la verdad es que cada edad es diferente, porque cuanto más
pequeños son los niños, más formativa es nuestra tarea, pero en cada edad tienen sus cosas.
Aprendes mucho con cualquier niño de cualquier edad y estoy muy contento. El año pasado estuve con
el Cadete A y fue una temporada muy interesante para mí y para aprender nuevas cosas."
En la nueva etapa que ha iniciado el club, a los entrenadores les han cambiado la categoría
y ahora son profesionales, se dedican todo el día exclusivamente a entrenar. ¿Cómo le ha cambiado
este hecho?
"Me ha cambiado muchísimo. Yo tenía otro trabajo, estaba trabajando hasta las tres
de la tarde en otro sitio y tenía menos tiempo para dedicarle al equipo. Poder estar aquí cada
mañana y poder compartir con los compañeros muchísimas cosas, experiencias, muchísimos
entrenamientos, hace que nuestra tarea sea más enriquecedora y que podamos profundizar mucho más en
nuestro trabajo. Pienso que el club también saldrá favorecido, porque tenemos mucho más tiempo para
poder profundizar, para poder analizar más nuestra tarea y a nuestros jugadores. Pienso que es muy
provechoso."
El equipo que dirige este curso, el Infantil A, es un grupo un poco heterogéneo: tiene
catalanes, un valenciano, un vasco, un coreano, un camerunés, un marroquí, un ecuatoriano... ¿Qué
puede decir de este Infantil A?
"Es un buen grupo. Hay muy buen ambiente y eso, sobre todo, es fundamental para que
las cosas funcionen. Sí es verdad que todos son diferentes en su procedencia, pero tienen algo en
común: les gusta mucho jugar al fútbol y eso hace que todo sea mucho más fácil. Además, hay muchos
niños que ya estaban en el club, hay pocas incorporaciones, y eso hace que ya sepan cómo funciona
la dinámica del grupo, cuál es el comportamiento que deben tener, cuáles son las normas que hay en
el club. Pienso que es un grupo fácil de llevar porque todos son buenos chicos."
Usted ha entrenado a futbolistas como Marc Bartra, Thiago Alcántara, Gai Assulin... ¿Los
jugadores que entrena ahora lo saben? ¿Le preguntan al respecto? ¿Les explica alguna anécdota?
"A veces haces pequeños comentarios en detalles. Sobre todo a nivel
individual sí que puedes referirte a algún jugador, porque pienso que deberían ser espejos para
ellos. De Bartra quizá hay algún aspecto en el que incidimos. Insistimos mucho en los jugadores de
la misma posición, como puede ser Thiago, en este tipo de jugadores que hemos visto lo que eran en
esta edad y que vemos lo que son ahora, que están a las puertas del profesionalismo. Y entonces a
los jugadores siempre les llama la atención."
Cuando ve un partido del Barça B y ve que la mayoría de jugadores han pasado por sus manos,
¿le hace ilusión?
"Sí, supongo que es el deseo que tienen todos los entrenadores, ver progresar a
alguien de la casa, que nuestros futbolistas vayan subiendo peldaños. En este caso, si llegan al
Barça B o al primer equipo, estamos encantados porque encontramos sentido a nuestro trabajo.
Nuestro trabajo es ganar, es competir, pero el objetivo número uno es ver esto, que cada fin de
semana cuando vemos al primer equipo o al Barça B, veamos muchos jugadores que han pasado por
nuestras manos."
Por último, y dada su experiencia en el club, ¿cuál es el secreto para que salgan del
fútbol base del Barça tantos jugadores y tan buenos?
"En primer lugar, es la filosofía que hay de no renunciar a nuestro estilo de juego
a pesar de que quizás las cosas no funcionen bien o que conlleve perder algunas competiciones o
algunos partidos. El ser fieles a esta forma de jugar, que todos los jugadores, en todas las
categorías, jueguen de la misma manera, esto hace que el salto sea mucho más sencillo. Después,
tener muy claro los jugadores que se tienen que fichar: el jugador con calidad, buen futbolista,
independientemente de que sea grande, mediano o pequeño de altura. Muchas veces en categorías
inferiores podemos caer en el error de pensar que el mejor jugador es el que en ese momento tiene
más fuerza, el que en ese momento marca la diferencia, pero esto no es así. A medio o largo plazo
estos jugadores no tienen porque ser los que tengan más futuro. Pienso que esto también es
importante, saber el tipo de jugador que tenemos que fichar para que encaje en nuestro estilo de
juego."