22.02.2008 09:57
Brasileños: Estilo propio sobre el parquet
Cristina Collado
Son cinco los brasileños del Barça Senseit. Comparten unas mismas raíces pero sobre la pista cada uno impone su estilo. Son las cinco caras de una misma moneda.
Fernandao, PC, Chico, Igor y Pedrinho. Éstos son los cinco brasileños del fútbol sala. Cinco
jugadores con un denominador común, pero con un estilo propio que se transmite sobre la pista.
Todos parecidos, pero a la vez diferentes.
Fernandao: al servicio del grupo
El pívot azulgrana se define como “un león”. Y así es como
intenta mostrarse dentro el área contraria: “Soy guerrero. Utilizo mucha la fuerza, por mi
cuerpo, y también por mi manera de pensar fuera de la pista.” Esta bravura sobre el parqué,
Fernandao la aplica para encarar portería, pero también para ayudar a sus compañeros. De hecho, el
pívot brasileño se compara con un camarero: “Yo podría ser como un camarero, porque estoy de
espaldas de portería esperando hacer gol, pero también sirvo a mis compañeros, y eso también me
gusta mucho.”
PC: la voz del equipo
Si Fernandao es la fuerza física, PC es la fuerza mental del equipo. El cierre
brasileño intenta siempre controlar lo que hacen sus compañeros dentro de la pista para que todo
salga rodado: “Yo soy un jugador de carácter defensivo. Soy fuerte físicamente y es muy
complicado lesionarme. Pero sobre todo soy el jugador que más hablo del equipo. Les hablo mucho
para que las cosas salgan lo mejor posible. Siempre quiero ganar y exijo siempre mucho a mis
compañeros, pero siempre por el bien del equipo.”
PC recuerda con nostalgia todo le que aprendió en Brasil, pero está convencido que quiere
acabar su carrera deportiva aquí: “Todo le que relacione Brasil y fútbol es bueno. Aprendí
mucho allí, pero aquí se valoran mucho más las cosas. Estoy muy contento aquí, y aquí dejaré el
fútbol sala.”
Chico: la ambición del veterano
Y de un cierre, a otro. Chico es el más veterano de los brasileños del
equipo. Llegó al club en la temporada 2004-05, y a pesar de que las lesiones no le han favorecido
en éstas casi cuatro temporadas aquí, se ha mantenido como un referente dentro el equipo. Es un
jugador muy completo, serio en defensa, y con llegada al ataque: “Soy un jugador de corte
defensivo, pero me gusta ir al ataque. Tengo muy buena llegada y creo muchas ocasiones al
contraataque.”
El hecho de ser brasileño, le influencia para querer dar más que los demás. Por ello Chico se
muestra muy ambicioso: “Creo que los brasileños, por el hecho de estar fuera de nuestro país,
tenemos un pensamiento de siempre querer ganar y crecer mucho más como futbolista. Tenemos bastante
ganas de hacer alguna cosa grande para estar cada vez más arriba dentro del fútbol sala.”
Igor: velocidad y desequilibrio
Velocidad. Esta palabra bien define a Igor, el brasileño más joven del
equipo. A sus 23 años, ha llegado al Barça Senseit con la ambición de crecer como jugador. Y, de
momento, dentro el equipo su calidad le está haciendo crecer: “Soy un jugador muy rápido. Me
gusta mucho defender arriba, presionar mucho el balón, y tener velocidad delante. Regateo mucho y
tengo mucha velocidad, y eso va muy bien para el equipo.” Fuera de la pista, Igor reconoce
que es una persona tímida, pero muy necesitado de sus amigos: “Soy una persona callada, no
hablo mucho. Pero me gusta mucho estar con mis compañeros y con los amigos.”
Pedrinho: solidaridad desde la banda
Otro que compite con Igor por velocidad, es Pedrinho. El ala-pívot
brasileño se considera una persona muy solidaria dentro de la pista: “Soy un jugador rápido,
y buen en el uno contra uno y en las transiciones. Me gusta mucho ayudar al equipo. Soy más
solidario de cara a portería que matador.” Pedrinho tiene la influencia de Brasil muy
arraigada: “Juego a ‘futsal' desde los ocho años, y aprendí mucha técnica, sobre todo
de jugar en la calle.”