05.11.2010 17:59
Amigos, excompañeros y rivales
Llorenç Tarrés
Jordi Torras y Rubén González caminan juntos en este mundo del fútbol sala desde muy pequeños y compartieron momentos históricos en el Barça a finales de los noventa y principios del 2000. A las puertas del derbi, se han reunido en el Palau.
Torras es uno de los fichajes de esta temporada en el Barça y Rubén González capitanea a Marfil.
Este sábado se encontrarán en un partido que siempre es de alto voltaje. "Un derbi es un derbi y
cuando empieza hay que olvidar las amistades y todo lo que rodea el partido para hacerlo lo mejor
posible. Nosotros llegamos al Palau con ilusión, sabemos que será complicadísimo ya que nos
enfrentamos a una de las mejores plantillas de la Liga, pero intentaremos sacar un buen resultado
para acercarnos un poco más a la Copa ", explica un Rubén que no renuncia a nada.
Por parte azulgrana, Torras es consciente de que el precedente de la Copa Catalunya (
2-1
) sirve como muestra de los peligros de Marfil. "Seguro que será aún más duro. Fuera de
casa suelen competir mejor que en Santa Coloma. Es un derbi y en estos partidos nadie regala nada
".
Fotografías históricas
En el escenario del partido de este sábado y en la que siempre
será su casa, juntos han recordado los momentos que compartieron en el Barça. Muchas temporadas y,
por supuesto, muchos recuerdos. "Fue una etapa muy bonita, era un grupo en el que prácticamente
todos éramos buenos amigos", recuerda Rubén, fotografías históricas en mano. A su lado, Torras
reconoce que "el hecho de que la sección no fuera tan profesional como ahora nos dio la posibilidad
de debutar en la División de Honor siendo muy jóevenes".
Aquel Barça era "una mezcla de juventud y veteranía, costó al principio pero terminó
funcionando muy bien", dice el cierre de Marfil. Años más tarde, los Rubén, Torras, Ferrándiz y
compañía siguen dando guerra.
Momentos como el ascenso conseguido en Lugo en la temporada 99/00 no se olvidan fácilmente.
Ambos coinciden: "En aquel grupo ninguno de nosotros había ganado cosas importantes y aquel
ascenso, tal como fue el partido, fue muy especial", asegura Torras. Rubén, por su parte, reconoce
que "éramos jóvenes y fue un hito muy importante". Aquel partido en Lugo, que el Barça ganó 2-3 con
un gol de oro del brasileño Lincoln, acabó con incidentes en la grada. "Volaron sillas y no nos
dejaban ni celebrar el triunfo en el vestuario; sufrimos de lo lindo", añade el de Sant Vicenç dels
Horts con una sonrisa.
De La Palma de Cervelló a la élite
Pero lo que mucha gente no sabe es que sus primeros toques de balón, Torres y Rubén
los dieron juntos en La Palma de Cervelló y en las selecciones catalanas inferiores. También
coincidieron en el Martorell. Su amistad no es fruto de la casualidad. "Hace muchos años que lo
conozco y que empezamos a jugar juntos. Es una suerte tenerlo como compañero. Aún es un buen
amigo, nos llamamos a menudo para saber cómo va todo. Lo más importante es que los dos hemos
mantenido una buena línea en la División de Honor ", dice el azulgrana.
Por último, claro está, un pronóstico para el partido. "¿Firmamos el empate?", pregunta
Torras en broma. Rubén hace que sí, pero acto seguido el azulgrana pronostica un 4-2. El jugador
colomense responde: "1-2 y todos contentos".