Fue el hombre más destacado del partido contra El Pozo y ayer, contra el Triman Navarra, se superó. El madrileño ha asumido el papel de líder en un momento en el que las bajas están restando potencial al Barça Alusport.
Fotos: Miguel Ruiz - FCB.
Espectacular, estratosférico, descomunal. Se hace difícil encontrar adjetivos para describir el
partido de Sergio Lozano ayer en el Palau Blaugrana (
7-2
). Y es que el madrileño ofreció un recital que incluso dejó sin palabras a su técnico,
Marc Carmona. "Las bajas le han venido bien, porque al principio le costó un poco y ahora ha podido
disponer de minutos que le han ido muy bien. Ya hemos visto que cuando arranca la moto es un
jugador imparable. Tiene una fuerza y una potencia bestiales, es imparable ", asegura el entrenador
del Barça Alusport.
Seguramente Carmona sigue deslumbrado como todo el mundo por el despliegue físico y de
talento de Sergio Lozano. Y es que el día que faltaban Jordi Torras, Igor y Saad, el día que Lin
apenas volvía de su lesión, el día que el equipo necesitaba un líder, Lozano se exhibió. Y si
contra El Pozo hizo un partidazo, ayer se superó a sí mismo.
Tres asistencias y diana final
A los 15 segundos
de partido regaló el primer gol a Fernandao. El madrileño estuvo buscando la portería contraria del
derecho y del revés, cañonazo con la derecha y con la izquierda. Se hartó de recuperar balones,
forzó faltas, e incluso un penalti que el árbitro sacó fuera del área. Juanito le sacó un gol
cantado... Y todo ello en la primera mitad. En la segunda, se superó.
El 4-0 llegó tras una carrera imparable por la banda derecha que acabó con un autogol de
Triman Navarra. Pero Lozano no estaba satisfecho y lo volvió a probar un minuto después con una
acción en la que el balón se estrelló en la parte exterior de la red. Luego, Juanra le sacó un gol
bajo la línea. Sus compañeros quedaron deslumbrados con todo el repertorio. "Es como un toro, un
animal", llegó a decir Fernandao con su sonrisa habitual.
Pese a no querer cerrar su exhibición sin un gol, la jugada del 6-2, ahora por la izquierda,
demostró que el ex de Cartagena y Caja Segovia siempre piensa en el colectivo. "Yo intento ayudar a
los compañeros y si jugadas como éstas pueden servir para ganar partidos, mejor que mejor". A
segundo y medio del final, le llegó el premio del gol. Un doble penalti le dio una última
oportunidad y Lozano, con rabia, no falló. "Una buena manera de celebrar el partido", dijo antes de
marcharse. Como una moto.