28.05.2007 12:55
El adiós de un grande
Meritxell Infante
Dragan Skrbic jugó su último partido en el Palau. El jugador azulgrana, que se retira a final de temporada, se pudo despedir de la afición en la victoria del Barça Cifec ante el Darien Logroño.
No es un jugador que acostumbre a mostrar sus emociones, pero su despedida de la afición azulgrana
fue un día especial para él. Dragan Skrbic sintió la estimación del público después de cinco años
en el Barça como jugador. El jugador serbio se retira esta temporada y el hecho de no volver en
jugar a balonmano hacía el momento mucho más especial. Los sentimientos por Skrbic fueron
contradictorios: “Antes del partido, en toda la semana, no he tenido ningún sentimiento
especial, hasta que he llegado al Palau. Quieras o no, te tienes que emocionar y recordar muchos
momentos que he pasado en esta pista en estos cinco años”.
El público reclamaba el gol
Skrbic no jugó de titular,
pero tuvo sus momentos en pista, sobre todo en la segunda parte. Pero se estaba acabando el partido
y el pívot serbio no se había estrenado aún en el marcador. “El público estaba esperando que
marcase un gol. Cuando tú más quieres, no te sale, porque he fallado un par a veces antes de
lograrlo”, explica Skrbic. “Al final he marcado y el público lo ha celebrado. Una vez
más se ha demostrado que soy un jugador que siempre ha tenido el apoyo de la afición del
Palau”.
Grandes momentos para recordar
Una vez finalizado el partido, los recuerdos mágicos vividos en el Palau aparecieron en su
cabeza. “El primero es la Liga de Campeones que ganamos aquí en casa” asegura el
jugador serbio. “Hemos vivido momentos buenos, muchas historias en cada partido, pero aquella
final en la que Iker marcó el último gol y Peric paró el último ataque, y todo cuanto vino después
con la celebración en el Palau, es algo que a cualquier jugador le marcaría para el resto de su
vida”. Skrbic llegó con 33 años con mucho recorrido hecho por diversos equipos, pero después
de cinco años, que valora muy positivamente, marcha como un culé hasta la medula.