25.06.2008 13:16
Meritxell Infante
Tras 30 años jugando, veinte de ellos vistiendo la camiseta del Barça, Barrufet continúa con la misma ilusión por cada nuevo reto que se le plantea. El próximo, ir a sus cuartos Juegos Olímpicos, los de Pekín, última participación con la selección.
Incluido en la lista del seleccionador Juan Carlos Pastor, el portero del FC Barcelona
David Barrufet podrá alcanzar la meta que se había fijado hace tiempo: retirarse de la selección en
unos Juegos Olímpicos. Ahora Pekín le da la oportunidad de sumar los cuartos Juegos en su
carrera, todo un orgullo para un jugador que vive el balonmano con la misma implicación de siempre.
El capitán azulgrana explica, en una entrevista a Barça TV y www.fcbarcelona.cat, cómo se viven
unos Juegos Olímpicos.
¿Qué significa ir a unos Juegos cuando ha vivido tres, y unos, además, en casa?
“Para un jugador profesional, lo máximo a lo puede aspirar con la selección
es jugar unos Juegos Olímpicos. Todos los Juegos son diferentes. Es un orgullo participar en los
siguientes. Para mí serán los últimos Juegos Olímpicos, la última participación con el equipo
nacional y estoy muy ilusionado y con ganas de hacerlo muy bien para retirarme con la selección
haciendo un buen papel.”
¿En qué se diferencian unos Juegos de un Mundial o un Europeo?
“En el Mundial y en el Europeo hay sólo balonmano, y en los Juegos estás en una
Villa Olímpica enorme, con todos los deportistas, de todos los países. Si no estás muy concentrado
te puedes dispersar de la competición. Pasa por tu lado el campeón de 100 metros, un jugador de la
NBA..., tienes que estar muy concentrado. Tienes que ser muy consciente de la dieta que tienes que
seguir, porque tienes un restaurante en la Villa Olímpica con comida de todo tipo. Es un ambiente
muy majo, porque la gente del país donde vas está más receptiva, mucho más que si fueses de
vacaciones y los atletas están mucho más receptivos para entablar conversaciones.”
¿Qué significaron los Juegos de Barcelona para usted?
“Para mí fue muy importante. Eran los primeros Juegos a los que iba, los Juegos de
casa, y los más bonitos en los que he estado. Tengo un recuerdo muy bonito. A nivel deportivo las
cosas no salieron tan bien como esperábamos, pero el resto fue muy importante y para la ciudad
también. Todas las infraestructuras que se crearon fueron un paso adelante para
Barcelona.”
¿Qué imágenes le quedaron en la retina?
“Si tienes suerte de ir a la ceremonia de inauguración es lo más bonito que
hay. Se te pone la piel de gallina, cuando das la vuelta de honor. Antes de salir tienes un
señor que te dice las normas claras, de no salir de la fila, pero una vez los atletas
están allí, nadie hace caso pero nadie te dice nada porque es imposible mantener la fila. Aquella
vuelta que dura unos cuatro minutos es preciosa, una sensación de placer inimaginable. Yo
he estado a tres Olimpiadas, he podido ir a dos inauguraciones. A la tercera no pudimos
ir porque competíamos al día siguiente. Si todo va bien aquí en Pekín sí que podremos ir.”
¿Cómo se vive el momento de recoger la medalla?
“Estás dos meses fuera de casa, dos meses concentrado, la Olimpiada es un paso más
adelante que un Mundial, y conseguir la medalla es un momento de alegría, recuerdas muchas
emociones, mucha gente, y son momentos para enmarcar en tu recuerdo y en tu corazón.”
¿Qué opciones tiene su selección en estos Juegos?
“España está encuadrado en el grupo de cinco o seis
selecciones con aspiraciones de conseguir medalla. El nivel es muy alto, viene de un gol arriba, un
gol abajo. Todo depende del momento de forma con el que lleguemos, de la suerte que puedas tener en
el momento puntual. Los últimos Juegos quedamos fuera en la tanda de penaltys después de dos
prórrogas, no deja de ser una lotería. Creo que estamos en el grupo de favoritos, pero tenemos
que aprovechar las opciones que nos vengan al momento.”
¿Cómo lo hace para mantener la il•lusió de jugar después de veinte años en el Barça y
con tantos títulos?
“Primero, porque estás haciendo un deporte que hiciste de pequeño. Yo comencé a
jugar a balonmano con 8 años, pero no con la idea de dedicarne, sino para hacer deporte. Mi hermano
hacía deporte y yo hice lo mismo, balonmano. Estoy haciendo con 38 años lo que hacía con 8. Soy un
niño grande que hace lo que hacía cuando era pequeño. Somos unos privilegiados. Mi trabajo es
jugar. Juego en casa con los niños, jugo aquí en el Barça y de eso no puedes estar nunca
cansado. Segundo, porque me gusta ganar, soy un ganador. Y tercero, estoy en el mejor
club del mundo, que es mi club, desde pequeño. Estoy en el Barça, tengo la suerte de defender todos
los días la camiseta del Barça y eso me llena de orgullo y de alegría. Con estas tres cosas es
imposible no tener ilusión y ganas.”
¿Qué le queda por hacer en el Barça?
“Ganar la liga, la Copa de Europa, la Copa del Rey, (ríe). Me queda todo. Yo tengo la
misma ilusión que cuando comencé. Siempre soy de la idea de comenzar de cero, llevo 20 años
pero siempre he comenzado de cero. Tengo un reto nuevo: ganarme más minutos que el año pasado, lo
tengo difícil por muchas circunstancias pero como siempre seré profesional, me entrenaré cada
entrenamiento e intentaré aprovechar los minutos que me dé el entrenador.”
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