22.09.2007 21:27
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El Barça de Manolo Cadenas consolida su juego después de una espectacular victoria en la pista del Arrate por un contundente 18 a 35. Los azulgranas han dominado el enfrentamiento de principio a fin y consolidan el liderato en la liga.
El Barça visitaba la cancha del Arrate con ganas de mejorar respecto al partido anterior
ante el Teucro, que ganaron por 10 goles (41-31). Y lo han conseguido con una victoria sin piedad
por 17 goles de diferencia ante el equipo vasco (18-35) y a domicilio. La nueva defensa que Manolo
Cadenas había preparado después de la baja de Nagy ha funcionado a la perfección y los vascos se
han estrellado una vez tras otra ante el 6-0 de los azulgranas.
Dominio desde el primer momento
Un parcial 1 a 6 marcaba la diferencia de buen principio, pero las distancias no han dejado
de aumentar. El acierto defensivo azulgrana ha frenado con seguridad la primera línea del Arrate,
que también se encontraba con un Kasper Hvidt seguro bajo palos, con 21 paradas. Al descanso, el
marcador reflejaba la amplia diferencia entre ambos equipos. Once goles de diferencia dejaban claro
quién mandaba en el partido.
No sólo la defensa era impecable, el ataque azulgrana ha resultado letal. Siete goles de
contraataque daban alas al equipo, que ha tenido en Albert Rocas su máximo realizador con siete
dianas. Iker Romero con cinco y Garabaya, Noddesbo y Tomás, con cuatro, han sido otros de los
jugadores más destacados en ataque.
Máxima diferencia final
A pesar de la renta que ya llevaban de la primera parte, los de Cadenas no han aflojado el
ritmo y han continuado mejorando sus registros. A falta de 15 minutos para el final, los azulgranas
han llegado a la máxima diferencia del partido, 17 goles (10-27), una renta que ya no han dejado
escapar y que ha acabado siendo la definitiva. Barrufet, que ha jugado los últimos minutos, ha
mantenido el listón puesto por su compañero con siete paradas.
Con esta contundente victoria, el Barça de balonmano se consolida aún más como líder en la
Liga Asobal y confirma fuera de casa la autoridad que ya demostró en el Palau.