26.09.2008 16:09
Una pista complicada
Meritxell Infante
El CAI Aragón se ha convertido en un hueso duro de roer para el FC Barcelona Borges. El conjunto aragonés ha hecho de su pista un fortín, de donde los azulgranas no se han podido llevar ningún punto en las dos últimas temporadas.
Para el FC Barcelona Borges llega una auténtica prueba de fuego. Después de un buen inicio de liga
con tres victorias en tres jornadas de Liga Asobal, ahora se enfrentan a un rival que se ha
convertido en verdugo de los azulgranas en los últimos tiempos. La pasada temporada, Manolo Cadenas
hacía un buen debut en el banquillo culé hasta que se encontró con el CAI Aragón. Una
derrota a domicilio por 37 a 33 abría una herida en el equipo azulgrana. Aquellos dos puntos
decidían toda una liga antes de tiempo.
Aquella derrota ante los de Veroljub Kosovac tenía su precedente en la temporada anterior.
Con Xesco Espar en el banquillo, la visita azulgrana al Pabellón Príncipe Felipe también acababa
con derrota, aquella vez más ajustada (30-28).
El sexto equipo
El CAI Aragón ya se ha hecho un nombre entre los equipos a tener en cuenta en la Liga
Asobal. Y eso que hace sólo tres temporadas que logró el ascenso a la máxima categoría. La
temporada 2005/06, acabado de ascender, ya quedó séptimo en la clasificación, y las dos
últimas temporadas ha acabado sexto. A pesar de que aún no ha entrado en clara lucha por el título,
el equipo aragonés se ha convertido en un rival a quien se ha de ganar a domicilio para
ser campeón.
Mal inicio de temporada
A pesar de los buenos resultados de las últimas temporadas, los de ‘Kos' no han
comenzado con buen pie este año. En tres jornadas, los aragoneses sólo han sumado un punto, con un
empate en casa ante el Naturhouse La Rioja (32-32). Esta última jornada, el CAI cayó derrotado en
la pista del Fraikin Granollers por un contundente 35 a 22.
Con estos resultados, el equipo de Zaragoza necesita más que nunca reaccionar en los próximos
partidos. Además, después del conjunto azulgrana, el CAI se enfrentará al Ciudad Real, y por ello
el técnico serbio espera un golpe de efecto para remontar el vuelo.