
26.05.2010 17:27
Meritxell Infante
La temporada 1990/91 el Barça de balonmano hizo historia. Por primera vez el equipo azulgrana ganaba la Copa de Europa, un hito impensable en aquella época que se convirtió en la primera piedra de un palmarés ampliado en años posteriores.
El Barça de Valero Rivera se había reforzado con la pareja Vujovic-Portner. El año
antes, los azulgranas se quedaron a las puertas del título al perder la final contra el CSKA Minsk,
pero tenía una nueva oportunidad ante el Proleter. "En la pista serbia perdimos de dos goles.
Cuando llegamos al campo ya sentíamos los cánticos de la afición. Teníamos la grada encima el
vestuario y sentíamos como brincaban. Sin embargo hicimos un partido muy digno ", afirma el ex
jugador azulgrana.
En la vuelta, el Palau de las grandes veces sirvió de escenario para la historia. La
diferencia a remontar no era muy grande, pero hasta el último minuto no se decidió el ganador. Los
azulgranas se imponían por 20 a 17 y la fiesta estallaba en el Palau. "Recuerdo a Joan Sagalés
cuando recoge la Copa, que era su último partido, y se rompe", rememora Grau. "Creo que fue de la
energía que había en el parquet, los espectadores que saltaron a la pista. Pero ya era nuestra y
fue la primera."