30.05.2010 22:20
Llorenç Tarrés
Al FC Barcelona Borges se le ha escapado la Liga de Campeones en una final espectacular que se ha decantado a favor del THW Kiel. Los de Xavi Pascual han llegado a dominar por seis goles pero el título se ha escapado en un desenlace cruel.
En un partido frenético, con constantes goles en ambos lados, el Barça Borges se ha marchado al
descanso tres goles arriba. Con mucho sufrimiento y trabajo de equipo, ha podido mantener la renta
hasta que el todopoderoso conjunto alemán, espoleado por su público, ha dado la vuelta al resultado
en unos últimos minutos muy calientes. Los azulgranas se han quedado a las puertas de la octava
Copa de Europa.
Hablar de justicia o de injustícia en el resultado no haría justicia, valga la redundancia, a
lo que ha sido una gran final de balonmano, un partido donde el Barça Borges ha jugado uno de los
mejores partidos de la temporada hasta el ecuador del segundo tiempo y donde el Kiel ha vuelto a
demostrar porque es uno de los mejores equipos del último lustro.
Exhibición en el primer tiempo
Tal y como sucedió en las semifinales, Rutenka ha abierto el marcador con una buena acción
personal. Poco podían imaginar los aficionados del Lanxess Arena que encontrarían un Barça Borges
tan enchufado, tan superior.
Con
un Juanín mayestático (13 goles), un Noddesbo activadíssimo, un Rutenka líder, un motivado Víctor
Tomás, un Saric que ha comenzado en plena forma, un bloque en definitiva, los azulgranas han
abierto las primeras grietas en el marcador (9-6).
Jicha, el mejor jugador del mundo según la EHF (9 goles en el primer tiempo), ha mantenido
con vida un Kiel siempre a remolque, hasta que Xavi Pascual ha ordenado un cambio en la portería.
Ha entrado David Barrufet y el histórico guardameta azulgrana ha ofrecido un recital (15-10). Por
su parte, los porteros del conjunto alemán presentaban un balance de una parada en dieciséis
lanzamientos. Al descanso el marcador se había ajustado un poco pero aún presentaba el FC Barcelona
tres goles por delante (20-17).
Se escapa una renta decisiva
La segunda mitad ha tenido un guión inverosímil. El Kiel ha empezado a remolque de un Juanín
que seguía ampliando su número de goles. El Barça Borges dominaba el ritmo de partido, con un
Barrufet estelar bajo palos en su despedida y un ataque sin error.
Pero a partir del 25 a 19, todo ha cambiado. Un parcial de 3-0 ha hecho disminuir la renta y
han aparecido los nervios. El Kiel ha repartido más las tareas ofensivas, abriendo el juego a los
extremos y ofreciendo una defensa muy intensa que ha frenado el ataque azulgrana.
Omeyer
ha aparecido con intervenciones decisivas y los alemanes, empujados por los miles de espectadores
que llenaban el escenario de la final, han conseguido finalmente la igualada (29-29). Pero la
jugada clave la ha protagonizado el veteranísimo Peter Gentzel, que con 32-34 ha parado un penalti
a un Juanín hasta entonces infalible desde el punto fatídico.
Los intentos azulgranas ya no han servido de nada ante la euforia local. La octava se ha
escapado por los pelos en un final con cierta polémica por las provocaciones finales de Omeyer. La
tensión no ha ido a más. El Kiel ha ganado y el campeón siempre es merecido. El Barça Borges se ha
quedado a las puertas y promete volver a intentarlo pronto.