02.04.2011 18:14
Llorenç Tarrés
El Barça Borges ha hecho valer los 7 goles de la ida y se ha clasificado para cuartos de final de la Champions. El Veszprem ha llegado a darle la vuelta la eliminatoria en el primer tiempo, pero la reacción del equipo de Pascual ha sido sensacional.
Todo ha cambiado tras el descanso. El Barça Borges ha pasado del desazón de un primer tiempo en
el que ha sido claramente superado por su rival, donde la eliminatoria ha peligrado seriamente, a
la tranquilidad de una segunda mitad en la que ha demostrado sus virtudes. Los locales han ganado
el partido pero el billete para cuartos lo ha acabado comprando el conjunto azulgrana.
Una pesadilla en el primer tiempo
Se sabía que habría momentos complicados, de angustia, de sacar la calculadora,
pero nadie esperaba que estos minutos llegarían tan pronto. Desde el principio, de hecho. El
Veszprem, con el apoyo de su afición, ha salido como un trueno y de la mano de Dejan Peric, con 13
paradas en el primer tiempo, algunas de increíbles, los húngaros rápidamente han cogido ventaja.
El ex portero azulgrana, a sus 40 años, ha demostrado que vive su enésima juventud. Cinco
paradas en los seis primeros minutos y un acierto total en los ataques locales han dado el primer
parcial a los de Mocsai Lajos (5-1). Vujin y Sulic empezaban a causar problemas, dentro y fuera,
ante una defensa azulgrana que no encontraba la manera de frenar la hemorragia.
La presión ambiental, a medida que los locales abrían hueco, crecía, diezmando la confianza
del Barça Borges y condicionando un arbitraje típicamente europeo. Reinaldo Pérez, desaparecido en
el Palau, se añadía a la fiesta con dos goles seguidos. En el minuto 18 de partido, el Veszprem ya
igualaba la eliminatoria por primera vez (10-3).
Entra en pista Gonzalo
Xavi Pascual ha intentado cambiar el partido y dio entrada a Gonzalo Pérez de
Vargas en el lugar de Sjöstrand. El joven portero de la cantera se ha estrenado con una buena
parada pero tampoco ha podido virar el timón. El Barça Borges estaba atascado en ataque, y si no
era Peric eran los palos quienes evitaban los goles azulgranas. A los 22 minutos de juego la
situación era crítica (12-3).
Juanín, desde el punto de penalti, y el buen trabajo de Oneto han dado aire a los catalanes,
que en unos minutos de más acierto han reducido la diferencia para llegar al descanso sólo siete
goles por debajo (15-8). A pesar de no frenar el ataque magiar, el mal menor es que la eliminatoria
seguía abierta.
La segunda mitad deseada
No se sabe qué habrá dicho Pascual a sus jugadores al descanso, pero la salida
azulgrana de vestuarios ha sido bien diferente. Otro equipo. Mucho más agresivo y, sobre todo,
mucho más acertado. Sjöstrand ha vuelto bajo palos y su vuelta ha sido acertada. También ha
aparecido Nagy, con tres dianas prácticamente seguidas para firmar un parcial de 0-4 que cambiaba
el dibujo del partido y de rebote de la eliminatoria (15-12).
El Veszprem, físicamente inferior como ya se demostró en el partido de ida, ha intentado
recuperar el dominio, pero poco a poco el Barça Borges le ha recuperado todo el terreno perdido.
Peric ya no era el mismo. Tampoco Sulic. Nada era lo mismo que en los primeros 30 minutos, y los
azulgranas, con un parcial de 4-11, igualaron el partido a 19 goles.
Los intentos del cañonero Vujin han servido de bien poco al Veszprem, ya consciente, a diez
minutos para el final, que sólo podía aspirar a ganar el partido y despedirse de la Champions con
buen sabor de boca. El Barça Borges, además de reducir a la mínima expresión la diferencia, ya
había superado los 21 goles que los húngaros marcaron el Palau. Un último tirón fruto de la ilusión
ha dado un margen final de cuatro goles al Veszprem, mientras en el banquillo del Barça Borges
celebraban la clasificación. Y a la vez respiraban.
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