El mejor Barça Borges de la temporada se ha clasificado brillantemente para la F4 al vencer en el Sparkassen Arena de Kiel. El conjunto de Xavi Pascual no ha especulado con el resultado de ida y entra por la puerta grande a la cita de Colonia.
La ficha
THW KIEL, 33
FC BARCELONA BORGES, 36
THW Kiel (15+18): Omeyer; Sprenger (3), Zeitz (2), Ahlm (8), Jicha (6), Ilic (8),
Lundström (-) -set inicial-, Palmarsson (-), Klein (3), Kubes (-), Andersson (2) y Jerome
Fernández (1).
FC Barcelona Borges (19+17): Saric; Víctor Tomás (3), Nagy (4), Noddesbo (5),
Jernemyr (-), Raúl Entrerríos (2), Juanín (4) –set inicial-, Rutenka (8), Oneto (-), Igropulo
(-), Sorhaindo (1), Sarmiento (3), Rocas (4) y Ugalde (2).
Parciales cada cinco minutos: 2-3, 6-6, 8-11,10-14, 12-17, 15-19 (descanso),
16-23, 19-25, 22-27, 24-32, 28-34, 33-36 (final).
Árbitros: Gjeding (Dinamarca), Hansen (Dinamarca) y Andorka (Hungría)
Pavellón: Sparkassen Arena de Kiel
La revancha es un plato que se sirve frío y la espina de la final de la temporada pasada ha
encontrado respuesta. ¡Y de qué manera! El Barça Borges ha dejado fuera de combate al campeón de
Europa. En su propia pista y contra todos los elemento: la mejor forma imposible de acceder a
la Final a Cuatro. El majestuoso Sparkassen Arena, más que un pabellón un lugar de encuentro y una
cultura como forma de entender el deporte, con deportividad y pasión a partes iguales, los
azulgranas no se han ahorrado ni un gramo de esfuerzo, de sacrificio colectivo y de talento, se han
ganado merecidamente el billete para la fase final del título continental.
El equipo ha hecho un primer tiempo excelente, prácticamente perfecto, y muy pronto se ha
intuido una tarde mágica en tierras alemanas. Las caras de los jugadores hablaban por sí solas.
Concentración, motivación y plenamente conocedores de lo que se tenía que hacer. Desde el gol
inicial de Noddesbo, los de Pascual han demostrado que no venían a especular con el resultado de la
ida, todo lo contrario. Firmes en defensa, han ahogado el pase al pívot Ahlm y el juego
determinante de los extremos alemanes. Sólo la poderosa primera línea local (Jicha y Ilic) frenaba
a los azulgrana.
En el juego del Barça Borges sólo le faltaba la aparición de Saric, necesaria para acabar de
llevar la proeza a buen puerto. Y el bosnio, que ha comenzado con cara de superado, se ha entonado.
Tres paradas consecutivas han generado un parcial de 0-4. El Barça Borges había frenado el ímpetu
de los cebras y comenzaba su escapada (6-9). Noddesbo seguía destrozando la defensa local desde el
pivote y la ventaja, a pesar de un primer parcial del Kiel (fruto de una rigurosa exclusión de
Víctor Tomás), ha crecido hasta los cinco goles (10-15). El ataque azulgrana era tan preciso,
perfecto en la circulación y determinante en la definición, que ni siquiera Omeyer (cinco paradas
en el primer tiempo) podía frenarlo.
Relevo en la portería del THW Kiel
Los azulgranas se han llegado a colocar seis goles arriba, pero en una
última superioridad los alemanes han dejado el marcador en un 15-19 al descanso, una diferencia
corta viendo los méritos azulgranas. A los cinco minutos de la reanudación, afortunadamente, el
Barça Borges ha vuelto a salir disparado para irse de ocho goles tras un parcial de 1-5. Mayúsculo.
Entonces, Alfred Gislasson ha relevado un desconocido y superado Omeyer por Palicki y pidió tiempo
muerto. Necesitaba una reacción urgente para frenar el huracán azulgrana porque en el Sparkassen
Arena ya no quedaban uñas por morder y se empezaba a perder la fe.
Un 2-0 de parcial ha hecho tambalear los cimientos del pabellón del Kiel. Era momento de no
perder la cabeza. Sangre fría. Cabeza fría. Talento. Y ningún miedo de aparecer. Entrerríos tiene
todas estas virtudes y un espléndido gol suyo de vaselina ha frenado el tirón, pero Palicki y dos
goles más de los locales han hecho pensar en viejos fantasmas: 20-25. Quedaban veinte minutos de
juego, todo un mundo, más aún ante un Kiel absolutamente crecido. El 6-0 alemán era un muro, al
límite del reglamento. Todo lo que no había parado Omeyer lo detenía Palicki. En todo caso los
azulgranas resistían y la ventaja global seguía siendo enorme (22-27, ya con el Barça Borges con el
average a favor).
Los barcelonistas han vuelto a enfriar el ambiente, y esta vez con sabor a sentencia. El
Barça Borges lo tenía en la mano y sólo hacía falta saber conservar el resultado. Juanín y Saric,
con una soberbia parada, y dos goles de Víctor Tomás desde el extremo han hecho dejar de creer al
rival definitivamente: 24-32. Los últimos intentos del campeón han servido sólo para ajustar el
marcador. Una simple disfraz para el mejor Barça Borges, uno de los cuatro equipos que se disputará
el título de campeón, mientras el público del Sparkassen Arena, de pie, homenajeaba a su
campeón caído.