Si el Barça Borges quiere ser campeón de Europa primero deberá derrotar esta tarde (15.15 horas) al Rhein-Neckar Löwen en las semifinales de la Final a Cuatro. Llega la hora de la verdad, tras dos días de tensa espera en tierras alemanas.
Si bien la final de Wembley centra lógicamente la actualidad del día, antes hay que apoyar y estar
pendiente de lo que haga el equipo de balonmano. Un equipo que, a diferencia del de fútbol, para
ser campeón de Europa tendrá que ganar dos finales. La primera la tiene esta tarde y nadie del
vestuario piensa aún en el domingo. Los de Pascual empezarán a luchar por el título continental en
territorio enemigo, como deberá hacer también el equipo de Pep Guardiola, que jugará en tierras
inglesas ante el Manchester. Ambos, sin embargo, lo harán avalados por su trabajo y su rendimiento.
La Final a 4 de Colonia arranca con un pronóstico muy incierto. Nadie se atreve a hacer
muchas apuestas ya que los cuatro equipos han demostrado sobradamente su potencial y se reparten el
pastel del favoritismo. El reto azulgrana es de altura: ganar la octava Champions de su historia y
cerrar así la temporada con un doblete de valor incalculable.
Cómo llega el Barça Borges
"Necesito jugar ya, que llegue el momento de sacar lo que llevo dentro". Frase
contundente, de tinte casi heroico, la que pronunció ayer un jugador del Barça Borges en petit
comité. Los azulgranas, que anoche cerraban la rueda de actos oficiales asistiendo a la gala de la
Final a Cuatro, quieren que empiece el espectáculo cuanto antes, tras dos días de concentración en
Colonia. Han sido 48 horas de tensa espera, de focalizar un objetivo que no es otro que batir al
Rhein-Neckar Löwen, el único equipo al que no ha podido ganar esta temporada.
El técnico Xavi Pascual no podrá contar con Johan Sjöstrand. El portero sueco sigue
evolucionando de sus molestias pero no se ha recuperado a tiempo de poder jugar la semifinal.
Gonzalo Pérez de Vargas será su sustituto. El resto de la plantilla se encuentra a plena
disposición de un Pascual que espera ver la mejor versión de su equipo. Sólo así se podrá batir al
anfitrión (el Rhein-Neckar es de Manheim) y jugar el domingo por el título contra el ganador del
Renovalia Ciudad Real-HSV Hamburgo, el segundo duelo de semifinales (18.00 horas).
El rival
El Rhein-Neckar Löwen es posiblemente el equipo con menos historia de los cuatro
clasificados pero dibuja un presente que lo convierte en un rival temible. Instalado con solvencia
en el grupo de equipos que dominan la poderosa Bundesliga, los Leones del Rin Negro aspiran ahora a
hacerse grandes en Europa. Plantilla no le falta, año tras año mejorada con un bloque de fisico
imponente y repleto de internacionales polacos, islandeses y alemanes.
Jugadores como Olafur Stefansson, un maestro sobre las pistas; Uwe
Gensheimer, máximo goleador del equipo con 203 goles en la Bundesliga y 108 en la Champions, el
cañonero Karol Bielicki; Bjarte H. Myrhol, un pivote determinante; Slawomir Szmal, considerado uno
de los mejores porteros del mundo, y jugadores de enorme definición como Zarko Sesum e Ivan Cupic
configuran un conjunto muy a tener en cuenta. Por eso las palabras del técnico Gudmundur
Gudmundsson, diciendo que su equipo es la cenicienta de la cita, no tienen ninguna credibilidad.
Sin embargo, sí es cierto que los alemanes no llegan en el mejor momento de la temporada,
tras caer recientemente en las semifinales de la Copa Alemania ante el Flensburg y de recibir un
fuerte correctivo en la pista del Gummersbach. El cansancio y las lesiones (son duda el ya
mencionado Cupic y Borge Lund, que ayer entrenaron al margen del grupo) parecen haberle pasado
factura, si bien ya hace semanas que piensan sólo en esta Final a 4.