El Barça Borges se ha clasificado para la final de la Champions tras derrotar al Rhein-Neckar Löwen en una semifinal muy disputada. El saber estar azulgrana en los momentos más complicados ha sido determinante.
Nagy celebra un gol y anima a la afición en Colonia. (Foto: Archivo FCB)
La ficha del partido
Rhein-Neckar Löwen (12+16): Szmal, Gensheimer (7), Roggisch, Sesum (3), Tkaczyk
(1), Stefansson (4), Cupic (4) (siete inicial); Fritz, Schmid (1), Bielecki (4), Myrhol (2), Müller
(1), Groetzki (1)
FC Barcelona Borges (12+18): Saric, Noddesbo (1), Juanín (5), Tomàs (4),
Entrerríos (3), Nagy (2), Rutenka (5) (siete inicial); Pérez de Vargas, Sorhaindo (1), Sarmiento
(1), Ugalde (2), Jernemyr, Oneto (3), Igropulo (1), Rocas (2)
Parciales cada cinco minutos: 0-2, 3-6, 3-6, 6-9, 8-10, 12-12 (descanso); 14-14,
16-17, 19-20, 20-25, 25-27, 28-30 (final)
Árbitros: Nenad Krstic y Peter Ljubic (ESL)
Pabellón: Lanxess Arena, Colonia. Lleno con 19.500 espectadores.
El conjunto de Xavi Pascual repite presencia en la final de Colonia. Mañana domingo tendrá una
segunda oportunidad de levantar la Champions en la ciudad alemana, tras caer dramáticamente en la
edición del año pasado. Los azulgranas han ganado el billete en una segunda parte más que notable,
en la que han cambiado radicalmente un guión de partido que no les convenía nada. De los
irregulares primeros 30 minutos se ha pasado a un triunfo sufrido pero muy solvente, con un Saric
enorme, y que refuerza sus posibilidades.
Inicio dominador
El primer tiempo ha tenido toda la tensión que se esperaba y más imprecisiones de
las que hubiera deseado Xavi Pascual, ya que durante demasiado tiempo ha jugado al estilo que
preferían los alemanes. Slawomir Szmal y Daniel Saric han rivalizado en los primeros minutos con
buenas paradas; Roggisch ha demostrado, a base de palos, que no sería tarea fácil traspasar la
defensa de Mannheim, y el 6-0 azulgrana se ha mostrado infranqueable. Inicio trabado, así pues,
donde el Barça Borges ha comenzado gestionando mucho mejor la tensión propia de un partido de estas
características (0-4).
Olafur Stefansson, en acción personal, ha roto el cerrojo azulgrana cuando ya se habían
superado los siete minutos de partido. Sólo así encontraba opciones, el Rhein-Neckar Löwen, a base
de chispas individuales de talento. El Barça Borges, con más y mejor juego de conjunto, con goles
más trabajados, encontrando bien el pivote y generando buenas circulaciones, cogía el mando de la
semifinal (2-6).
El equipo de Gudmundsson ha visto muy pronto que tenía que cambiar el
ritmo y ha empezado a encontrar el camino del gol a base de dureza eje de la defensa y rápidas
transiciones, una de sus especialidades. Los de Pascual rompían los momentos de euforia rival y se
mantenían a una distancia prudencial (dos o tres goles), pero el Rhein-Neckar veía por donde
pasaban sus posibilidades y acabó empatando a 10. Tanta era la tensión del momento, del garabato de
partido que se estaba trazando, que los alemanes incluso han comenzado un ataque con ocho jugadores
sobre la pista. La exclusión de Roggisch, esta vez bien atacada, ha devuelto los dos goles de
ventaja a los azulgranas (hoy de verde), pero, coincidiendo con el descanso, los leones del Rin
Negro han vuelto a empatar: 12-12 y mucha semifinal aún por jugarse.
Segunda parte azulgrana
Los alemanes han perdonado la posibilidad de adelantarse en los primeros ataques
del segundo tiempo. Saric, descomunal y finalmente decisivo, respondía a las paradas de Szmal, si
bien tanto han insistido los de Mannheim que finalmente han encontrado recompensa. La aparición del
brillante Gensheimer y el primer gol de Myrhol, hasta entonces también desactivado, han complicado
la situación. Una acción de pillo de Víctor Tomás ha devuelto la ventaja a los azulgranas (17-16),
pero la magia de Gensheimer, el cañón de Bielecki y las paradas de Szmal causaban muchos daños. El
Barça Borges se ha quedado en doble inferioridad (Nagy y Jernemyr) y ha ido dos minutos más a
remolque.
Afortunadamente, Saric ha dado un empujón moral a los compañeros con dos
buenas paradas y Entrerríos y Ugalde han vuelto a golpear. Intercambio de golpes. Eran los mejores
minutos de partido, un duelo atractivo en el que el Barça Borges ha vuelto a poner la directa
gracias al acierto de sus extremos (20-22). Además, otro gol de Entrerríos ha obligado a
Gudmundsson a pedir tiempo muerto y, además, ha tenido que relevar a Szmal,
lesionado, por el histórico Fritz.
El partido había cambiado radicalmente. Oneto ha hecho el 24-20 y Gonzalo Pérez de Vargas ha
detenido un penalti a Gensheimer. Rocas no falló desde los 7 metros y ha colocado la máxima ventaja
(25-20) en medio de la euforia del banquillo azulgrana y de los cientos de seguidores desplazados.
Gensheimer, ya por entonces el único argumento sólido de los alemanes, ha roto el parcial, pero el
Barça Borges tenía el partido en la mano a siete minutos para el final (27-23). La exclusión de
Oneto ha dado un último brizna de esperanza a los de Mannheim, empujados de lo lindo por un Lanxess
Arena que ha puesto su parte a la causa germana y ha convertido el partido en un saber estar, un
reto que los azulgranas han resuelto bien. Las últimas paradas de Saric y dos goles de Oneto han
puesto la rúbrica a la victoria. La primera de las dos que se necesitan para volver a reinar en
Europa.