05.09.2010 19:56
Llorenç Tarrés (Enviat especial)
Tras dominar buena parte del partido, el Barça Borges se ha quedado a las puertas de revalidar la Supercopa Asobal ante el Ciudad Real. Un gol en los últimos segundos de Isaías Guardiola ha decidido el triunfo para los castellano-manchegos.
Prácticamente en terreno contrario, con el pabellón Vista Alegre cordobés fuerza decantado a
favor del rival, el Barça Borges se ha hecho fuerte en la adversidad para frenar a un Renovalia
Ciudad Real muy poderoso. La fortuna y la fe, sin embargo, han beneficiados a los de Talan
Dusjhevaev. A falta de poco más de 10 segundos para la conclusión, un gol de Isaías Guardiola ha
decidido la final, y el título. Laszlo Nagy ha intentado el empate agotando todo el tiempo pero el
lanzamiento del húngaro ha salido fuera.
Primera parte controlada
Los manchegos han realizado un fuerte inicio, con las primeras ventajas
en el marcador y Sterbik deteniendo los dos primeros lanzamientos azulgranas. Un factor siempre a
tener en cuenta pero que se ha ido diluyendo a medida que pasaban los minutos. Y es que el duelo de
las porterías se ha decantado a favor del azulgrana Saric. El bosnio ha realizado un partido
excelente (11 paradas) y ha permitido al Barça Borges superar los primeros minutos de
incertidumbre.
En un primer tiempo trabado, marcado por la intensidad, con mucho ataque por el centro y sin
intervenciones de los extremos, el Renovalia Ciudad Real ha mandado durante muchos minutos, pero
siempre con ventajas por la mínima. El Barça Borges no ha perdido nunca la cara al partido
y el ataque azulgrana ha sido cada vez más fluido. Cuando la conexión con el pívot fallaba la
primera línea respondía con acierto. Nagy, Dani y sobre todo Rutenka (5 goles al descanso, 9 en
total) han cogido las riendas. De hecho, todo el ataque azulgrana se ha lucido y así lo refleja el
14 de 18 en lanzamientos de la primera mitad.
El Barça ha continuado ejerciendo una buena defensa, un 6-0 granítico que ha atascado el
ataque del vigente campeón de liga. El Ciudad Real no encontraba los extremos, sólo Kallman
aparecía y Lazarov ha demostrado ser un jugador tan talentoso como todavía falto de adaptación.
Con empate a 9, los de Xavi Pascual han logrado finalmente ponerse por primera vez por
delante en el marcador. Esto ha trastocado el rival y la renta al descanso ha llegado a los tres
goles (14-11). El último gol del primer tiempo ha sido un penalti magistral de Rutenka. Las
sensaciones, por tanto, no podían ser mejores.
Reacciona el Ciudad Real
En la reanudación, el Ciudad Real no ha tardado en secar la diferencia y al minuto 6
ya había igualado a 16 goles. Los porteros han tomado el protagonismo, con Hombrados en el lugar de
Sterbik y un Saric nuevamente espectacular.
Un Rutenka infalible y ultramotivado ha vuelto a poner al Barça Borges por delante (19-21 en
el minuto 17) pero dos genialidades de Abalo, hasta entonces desaparecido, han devuelto la
igualada. Los azulgranas han recuperado los dos goles de margen (24-26) aunque los esfuerzos de
Hombrados y los rápidos contragolpes manchegos han devuelto la emoción.
Entonces, con empate a 28, y tras un minuto de tiempo muerto, Isaías Guardiola ha clavado el
gol decisivo. Pocos segundos le quedaban al Barça Borges para encarar la portería contraria. Nagy
ha intentado forzar la prórroga a la desesperada. Sin éxito. Los azulgranas ceden la Supercopa al
Ciudad Real, con la cabeza bien alta. Rutenka, con nueve goles, y Saric, con 11 paradas, han
recogido los dos premios a título individual.