25.09.2010 18:09
Carles Cascante
El Barça Borges ha empezado con mal pie su participación en la Champions. Los de Xavi Pascual han perdido por 30-31 en un partido extraño que podían haber ganado y en el que se han visto sorprendidos por una reacción inesperada del Rhein Neckar.
Malas noticias para el FC Barcelona Borges. Y es que el equipo de balonmano ha debutado con mal
pie en la máxima competición continental. Los azulgranas han perdido por un solo gol ante un
equipo, el Rhein Neckar alemán que nunca ha dado el partido por perdido, a pesar del parcial de 8-1
del Barça en la reanudación que parecía encarrilar las cosas.
Igualdad inicial
El primer cuarto de hora del partido ha estado dominado por los
jugadores barcelonistas. Aunque los primeros compases del encuentro han estado marcados por el
intercambio de goles, a partir del 5-3, obra de Laszlo Nagy, el FC Barcelona Borges se ha empezado
a sentir cómodo sobre el parquet del Palau. En el bando alemán, sin embargo, los tiros lejanos del
noruego Borge Lund y de Bielecki han vuelto a igualar el encuentro con el 7-7.
Juego fluido
La defensa 6-0 del Rhein Neckar, sin embargo, ha permitido el juego fluido del
Barça Borges y con buenas transiciones han empezado a llegar los goles de los extremos. Victor
Tomás ha sido el principal estilete del ataque azulgrana y ha tomado el relevo de un Albert Rocas
que había marcado dos goles al inicio del partido, pero que tras un aparatoso encontronazo con
Bielecki, ha ido al banquillo. Tomás ha sido el autor del 12-9 y ha vuelto a situar la máxima renta
a favor de los barcelonistas, en tres goles.
A partir de aquí, pero, las cosas han cambiado notablemente. El marcaje
sobre los jugadores de ataque barcelonistas ha sido mucho más fuerte y el arbitraje tampoco ha
ayudado con decisiones, al menos, bastante rigurosas. Dos exclusiones, de Jernemyr y una increíble
de Ugalde, han marcado los minutos finales de la primera parte. Unos minutos que los alemanes han
aprovechado a la perfección entre tanto revuelo. El Barça, a pesar de los lanzamientos de Nagy y
las paradas de Saric, se ha visto demasiado afectado por los nervios y acabó marchándose al
descanso perdiendo por un gol (13-14).
Los alemanes, enchufados
En la reanudación, a pesar de que el FC Barcelona Borges ha logrado un gol rápido, el del
empate a 14, los alemanes han conseguido un importante parcial de 1 a 6 que ha dejado el marcador
en un inquietante 15 a 19, máxima ventaja del partido. Xavi Pascual se ha visto obligado entonces a
pedir un tiempo muerto para tratar de buscar la reacción de sus jugadores.
Dicho y hecho. Nuevamente las paradas de Saric y la notable mejora en
la defensa barcelonista ha conseguido la reacción azulgrana. El capitán del equipo, Laszlo Nagy, se
ha llevado el equipo a la espalda y ha sabido aprovechar también una ligera bajada en la intensidad
del juego alemán. El húngaro, con seis goles en el minuto 10 de la reanudación, ha sido el artífice
del empate a 19.
Parcial de 8-1
Tras el empate unos minutos de cierta indecisión por parte de ambos conjuntos, el
Barça Borges ha empezado a imponer su juego. El encuentro se detenía una y otra vez por las
constantes faltas de los visitantes y con la exclusión de Borge Lund a 11 minutos y medio de la
reanudación, los de Pascual han empezado a irse en el marcador. El parcial de 8-1 ha dejado el
marcador en un 23-20 que muy pocos podían imaginar minutos antes. Saric, además, seguía a un gran
nivel, y los jugadores barcelonistas, con un ritmo más alto que su rival -en el que sólo destacaba
Cupic-, han crecido poco a poco (25-21, gol de Noddesbo, min. 17).
Final inesperado
Los alemanes, a pesar de la buena actuación de Cupic desde el extremo,
no han podido ya con el empuje azulgrana ni con un Daniel Saric realmente espectacular. Si la
primera parte del portero bosnio había estado bien, en la reanudación ha sido uno de los culpables
de que los alemanes, sobre todo desde el extremo, no hicieran más daño. Pero los minutos finales
han sido inexplicables. Después de la remontada, los jugadores barcelonistas se han visto
sorprendidos por un rival que parecía fuera pero que, poco a poco, ha vuelto al partido y al final
ha pasado lo que nadie podía prever, derrota barcelonista (30-31).