17.10.2010 17:20

Frenados con dureza (27-26)

Llorenç Tarrés

El Barça Borges ha sufrido una inesperada derrota en la pista del Chambery francés, que ha mandado siempre en el marcador. Los azulgranas nunca se han encontrado cómodos y suman así la segunda derrota en la Champions en cuatro partidos.

Una derrota dolorosa. Los franceses han planteado un partido muy agresivo, incomodando al máximo y de buen principio a un Barça Borges que se aleja de las primeras posiciones de su grupo. Al descanso el marcador ya era favorable a los galos (14-12), que liderados por el portero Dumoulin y por la pareja goleadora Basic y Roine han acabado adjudicándose la victoria.

Y es que pronto los azulgranas han visto que habría que picar mucha piedra para superar la defensa rocosa y muy agresiva del Chambery, que además variaba del 6-0 inicial a un 5-1 desconcertante. Los franceses han tirado de contacto para frenar a los atacantes del Barça Borges, mucho más espesos que de costumbre.

Sorhaindo marca un gol de récord

Ha sido un francés, Cédric Sorhaindo, quien ha logrado el primer gol azulgrana, ya casi en el minuto 3. Un gol especial, ya que ha sido el número 9.000 del FC Barcelona en competiciones europeas. El Chambery ha forzado un ritmo intenso, que no desagrada al Barça Borges. Los azulgranas, conscientes de la sus mejores rotaciones, esperaban una decadencia física de los locales pero esta no ha llegado.

En ningún momento el conjunto de Philippe Garden han dejado de presionar, de incomodar, de morder y de repartir. Bertrand Ródano dolía desde la distancia y sólo Saric mantenía el tipo. Con 6-5, los locales han firmado un parcial terrible que ha abierto distancias (11-6). Ni siquiera el infalible Juanín desde los siete metros podía batir un iluminado Dumoulin. Hasta ayer muy pocos lo conocían. Hoy es casi el nuevo Omeyer.

El técnico francés ha pedido un tiempo muerto para dejar respirar a sus jugadores, pero este parón ha reanimado al Barça Borges, que ha cambiado su defensa y ha aprovechado el cansancio físico del rival para acercarse en el marcador (11-9).

Al descanso, dos por debajo

La exclusión de Nagy ha hecho que el Chambery recuperara los cuatro goles de margen, pero un Iker con ganas de reivindicarse con dejado una diferencia mínima al descanso (14-12). El primer tiempo, en todo caso, no ha sido el esperado y ni mucho menos el deseado.

Con este panorama, el comienzo del segundo tiempo era importante, pero el Barça Borges se ha encontrado un rival nuevamente fresco de piernas, lúcido de cabeza y enorme de corazón. Tres goles prácticamente seguidos de Roine han puesto los azulgranas cinco goles por debajo y ha hecho que Pascual diera entrada a Sjöstrand en el lugar de Saric. La entrada del portero sueco no ha servido para cambiar el decorado, porque quien no dejaba de parar balones era el portero rival (21-16).

La fe francesa hace inútil la remontada

Un parcial de 0-3 liderado por Sorhaindo ha vuelto a dar vida a los visitantes, donde Entrerríos también ha querido tomar el mando del ataque. Rocas completaba el parcial y Rutenka dejaba el resultado en un ajustado 24-22 que devolvía las esperanzas.

El Chambery se aferraba a su ventaja y al paso de los minutos ante un Barça Borges cada vez más entero pero sin tiempo. La expulsión de Gille ha hecho que los locales terminaran el partido en inferioridad, pero un lanzamiento al larguero de Rutenka y la fe de los locales han hecho que los de Pascual se vayan de vacío de tierras francesas.