Con sólo 17 años Viran Morros ya tenía muy claro que el trabajo era el mejor camino para llegar lejos en el mundo del balonmano. Aunque comenzó tarde en este deporte, Morros entró con el pie derecho y diez años después lo ha demostrado con creces.
Un joven Viran Morros, integrante del juvenil del Barça, era protagonista hace diez años de un
reportaje del programa 'Tot Barça' de Barça TV. El jugador azulgrana comenzaba a despuntar en la
cantera y pese a jugar con el juvenil de Ricard Franch ya contaba con ficha del primer equipo de
Valero Rivera, reforzando los entrenamientos.
En el balonmano, de casualidad
En aquella primera entrevista, Morros ya apuntaba maneras. Él mismo nos explicaba
cómo había empezado a jugar a balonmano, casi por casualidad, cuando su madre le convenció para
apuntarse al campus de verano de Valero Rivera, sin haber jugado antes a balonmano. "Allí me
dijeron si quería entrar en el Barça. Como aquellos 10 días me lo pasé muy bien, acepté ",
explicaba el joven azulgrana. En dos años en la cantera del Barça, Viran ya había descubierto una
vocación y un posible camino de futuro profesional, aunque desde la humildad, ya pensaba en
alternativas. "Sería genial que esto del balonmano fuera adelante, pero si no, seguiré estudiando y
me buscaré un trabajo", aseguraba Morros.
Con las cosas claras
Una de las claves de su éxito es su capacidad de trabajo. Hace diez años ya era uno
de sus rasgos característicos. Morros también tenía claro sus puntos fuertes y débiles y
ya intuía la defensa como una de sus virtudes. En aquel momento Laszlo Nagy era su referente
en el primer equipo. "Somos similares de constitución, altos y delgados. Me gustaría ser como él
porque con 19 años está jugando finales de Copa de Europa ", opinaba Viran. A partir de ahora
compartirán equipo otra vez, ya que es el único jugador que queda de su anterior etapa en
azulgrana.