Tras la renuncia del Arrate en la Liga Asobal, el Anaitasuna aceptó el reto de sustituirlo. El próximo rival del Barça Intersport ha entrado por la puerta grande en la máxima categoría, tras vencer al Granollers a domicilio en su debut.
El Anaitasuna se impuso en su primer partido en Asobal contra el Granollers (Foto: Xavier Guardia - BM Granollers)
La Catedral del balonmano
La pista donde juega el Anaitasuna es conocida como 'la Catedral' del balonmano, un apelativo que
le dio en su momento el entrenador Juan de Dios Román. Una pista con 40 años de historia, que
recibirá al campeón de Liga y Champions, y actual líder Asobal, el domingo a las 12.30 h.
El Anaitasuna vuelve a la élite del balonmano estatal 28 años después. Este equipo de Pamplona, que
comparte ciudad con otro histórico, el San Antonio, lleva mucho tiempo luchando por volver al
máximo nivel pero la mala suerte se lo ha impedido, tras caer en siete fases de ascenso, las tres
últimas de manera consecutiva. Finalmente, la crisis del Arrate, que ha tenido que renunciar a la
plaza Asobal, ha supuesto el premio gordo para el equipo navarro, que ha conseguido su objetivo de
forma inesperada.
Victoria en la pista del Granollers
El equipo que entrena un ex jugador azulgrana, Aitor Etxaburu, se había configurado
para disputar una temporada más la División de Honor Plata (donde juega el filial del Barça
Intersport), pero esta plantilla es la misma que en una semana de comenzar la Liga entró por la
puerta trasera y sin hacer mucho ruido. Pero al ponerse en marcha la competición, los navarros
se han hecho oír, con una victoria a domicilio en la pista del Granollers (29-30).
Juventud y veteranía con pasado azulgrana
Una mezcla de juventud y veteranía hacen del Anaitasuna un equipo con ilusión y con
muy poco que perder, una combinación que los hace muy peligrosos. Los de Pamplona cuentan con
jugadores de pasado azulgrana más allá de su entrenador, con el veterano David Rodríguez Carvajal y
dos jugadores formados en la cantera azulgrana, Rubén Montávez y Ricard Reig.