07.08.2008 16:45
La peculiar situación de Ricard Muñoz
Carles Cascante
La historia de Ricard Muñoz es peculiar. Empleado del Barça, esta temporada vivirá un hecho cuanto menos curioso: combinará su trabajo en La Masía con el de primer entrenador del Voltregà, un rival del FC Barcelona Sorli Discau.
Desde hace diversas temporadas, el nombre de Ricard Muñoz ha estado vinculado al FC Barcelona.
Primero, como integrante del cuerpo técnico del equipo de hockey patines que dirigía el ahora
técnico del Reus, Carlos Figueroa, y desde hace unos años como responsable y coordinador educativo
de los chicos que se alojan en La Masía. Ricard, además, trabaja codo a codo con un
auténtico mito del hockey rodado azulgrana, Carles Folguera, que es el máximo responsable del
seguimiento educativo y de todo lo que sucede entorno a los chicos que estan en la fábrica de
sueños que es La Masía.
Saber diferenciar las cosas
“Es una situación peculiar. También es cierto que es preciso saber diferenciar muy bien
las cosas. Yo tengo un trabajo como empleado del club relacionado con la educación de los
niños en La Masía, pero eso no tiene nada que ver con el tema deportivo que compagino. Por lo
que respecta al hockey, en este caso seré el entrenador del Voltregà, pero pienso que pese a que
juguemos la misma competición que el Barça, no somos un rival a tener en cuenta.”
Buena relación con la plantilla del Barça
“Tengo una muy buena relación con la gran mayoría de jugadores del primer equipo, así
como con algunos de los integrantes del cuerpo técnico, pero el hecho de ser entrenador del
Voltregà será una situación que tendremos que afrontar y una vez estemos unos y otros en la
pista habrá que ser lo más profesionales posibles. Aunque es cierto que los sentimientos que
tengo hacia el Barça son los que son y no los puedes olvidar nunca. Será una situación
especial.”
Voltregà, un reto
“El reto de ser el entrenador del Voltregà será complicado. Por una parte es muy
ilusionante por lo que supone a nivel personal y, por otro, porque represento a un club histórico y
con larga tradición en el mundo del hockey. Pese a ésta ilusión, es preciso tener los de pies
en el suelo y reconocer que sabemos que habrá mucha presión para tratar de mantener el equipo en la
máxima categoría, que de hecho es el único objetivo que tenemos. Por ello hemos hecho dos fichajes.
Por una parte, Marcelo Uribe, de 34 años y con una larga experiencia, y de la otra, el joven y
también argentino, José García, de sólo 22 años y que es como un melón por abrir. En cualquier caso
tiene aún bastante margen de mejora y esperamos que nos pueda ayudar a alcanzar nuestros
objetivos. Seguro que sufriremos, pero tenemos la esperanza de tirarlo adelante.”