27.02.2011 17:03
Sònia de Alba
El Barça se ha proclamado campeón de la Copa del Rey de hockey patines. Los azulgranas, que suman el segundo título de la temporada, han sabido mantener la cabeza fría y sobreponerse en momentos de máxima tensión en una gran final contra el Reus.
La final más clásica ha acabado con el mejor resultado posible. El Barça Sorli Discau ha ido
siempre un paso por delante del Tecnol Reus Deportiu, a pesar de reconocer el trabajo monumental
del rival, que no se ha encogido en ningún momento.
Tras la consecución de la Copa Continental, el primer equipo de hockey patines azulgrana
levanta el segundo título de la temporada. Un trofeo que puede servir de gran bálsamo para encarar
el tramo final de OK Liga e ir a por todas. Y también, por supuesto, para reeditar la Copa de
Europa, en que la línea del equipo es inmejorable.
El presidente azulgrana, Sandro Rosell, el vicepresidente Josep Maria
Bartomeu, el directivo responsable de la sección de hockey, Ramon Cierco, los miembros de la
Comisión deportiva, Toni Miró, Xavier de las Moras y Daniel Vives, más el director general de
secciones, Joan Carles Raventós, el secretario técnico de hockey patines, Quim Paüls, el gerente de
la sección, David Godayol, y la directora de comunicación, Ketty Calatayud, han estado al lado de
los hombres de Pujalte en el palco de la Ciudad Deportiva de Blanes, presidida por Carmelo
Paniagua, presidente de la Federación Española de Patinaje, con la compañía de Iván Tibau,
Secretario General de l’Esport Generalitat de Catalunya.
Respeto entre ambos equipos
Los dos equipos han arrancado con cautela. Comprobando las intenciones del rival, tanto el Barça
Sorli Discau como el Tecnol Reus han ido aumentando el ritmo conforme pasaban los minutos.
Casanovas ha alertado a los azulgranas con un disparo que acabó bajo las piernas de Egurrola,
mientras que Borregán obligaba a Trabal a desviar con el casco una bola envenenada.
Y la primera gran ocasión la ha tenido el equipo del Baix Camp cuando
Gual ha sido derribado dentro del área golpeado por el stick de Reinaldo García. El delantero
de Sant Sadurní no ha superado a Egurrola, con una cobertura suprema.
Justo a continuación ha llegado el gol azulgrana. Ha sido en una transición rápida en que
Nalo se ha entendido muy bien con Ordeig, a quien ha colgado la bola al segundo palo y
Mia sólo la ha tenido que introducir.
Con el marcador de cara, el Barça ha aumentado la presión. Pero se encontró con un Raúl Marín
intenso, que ha creado mucho peligro. Tanto como que una caída suya en la frontal del área ha
nacido el gol del empate. De falta directa el propio Marín ha hecho volver a empezar el encuentro.
La final, no exenta de ritmo ni de emoción, ha vivido otros episodios taquicárdicos. Caldú se
ha encontrado con una bola larga y en el uno contra uno Egurrola se ha hecho muy grande. 40
segundos después Trabal se ha visto obligado a salir de su portería para desviar una bola a por la
que corría en solitario Carlos López.
Egurrola, soberbio
El partido se reanudó con un Barça Sorli Discau más descarado. Mia
Ordeig ha buscado el punto débil de Trabal pero el portero ha estado atento. Más directo ha sido
Borregán. El capitán ha ido a muerte y ha marcado el 2-1 sin compasión.
Pero poco ha durado el resurgir azulgrana. Calcando la acción de Beto, Marín ha
fusilado con un tiro cruzado la portería contraria.
Mientras el Tecnol Reus ha sabido aguantar el tipo, el Barça ha mantenido la serenidad. Y
Marc Torra ha batido a Trabal en un momento clave, un minuto después del empate.
Las rotaciones se han intensificado. Pujalte ha buscado tener en la pista al equipo más
potente. Pero los árbitros lo han interpretado como faltas. Borregán, indignado, ha visto la azul.
En dos minutos de inferioridad numérica, y dos penaltis en contra y una directa por el ciclo de 10
faltas azulgranas, Egurrola ha estado inconmensurable, manteniendo bien defendida la portería.
El gol de la tranquilidad
También el Reus ha tenido que sufrir la acumulación de faltas. Por el
ciclo de 10, Sergi Panadero ha apurado todo el movimiento ante Guillem Trabal. Aunque no ha podido
chutar, la bola acabó muerta y David Páez ha ido a por todas para conseguir el 4-2. Con
ocho minutos aún de final, esta diana ha dado aún más energía a los de Pujalte.
El Barça Sorli Discau ha encarado la recta final, como prodiga su profesión. Y es que este
equipo, si por algo se caracteriza, es por tener un carácter ganador.
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