10.10.2010 11:04
La cena concluye las actividades en el Kursaal
Miriam Nadal (enviada especial)
La Cena de Gala fue el último acto en el que participó el presidente Sandro Rosell, que compartió con las peñas sus buenas sensaciones en su primera Trobada Mundial como presidente.
Después de haber acogido durante todo el sábado, el día central de la Trobada, los principales
actos del evento como el pregón y la inauguración o la convención oficial, por la noche, el Kursaal
se vistió de Gala para acoger la cena de gala y de clausura de la Trobada.
Una cena excepcional a cargo del grupo Ixo, diseñado por uno de los mejores cocineros del
mundo, Andoni Aduriz y supervisado por el chef Mikel Gallo que reunió a 1.500 personas. Ensalada de
tomate con anchoas, bacalao, carne del país y un postre de chocolate hicieron las delicias de todos
los presentes.
Rosell estuvo en esta cena y puso el punto y final a su primera Trobada
Mundial de Peñas. Antes de finalizar su estancia en Donosti, el presidente del Barça se dirigió a
las peñas para elogiar sus esfuerzos diarios y utilizando un consejo que le dio su abuelo -"En la
vida tienes que ser actor y no espectador",- pidió a los peñistas que siguieran decidiendo ellos
mismos el timón de cada una de sus decisiones. También se mostró optimista en cuanto a la
trayectoria del primer equipo. "No siempre se puede ganar pero el Barça tiene siempre opciones para
ganar todos los títulos", explicó Rosell.
Antes de despedirse de los peñistas, Rosell dio las gracias a todos los que hicieron posible
el encuentro en euskera.