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Servicios Médicos

07.05.2009 19:04

Las rampas musculares

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Las rampas son contracciones súbitas, dolorosas e involuntarias de uno o varios músculos, normalmente del pie o de la pierna, aunque también pueden afectar a cualquier otra parte del cuerpo.


Los futbolistas no son una excepción, ya que aparecen durante la realización de algún ejercicio de larga duración o de alta intensidad, sobre todo si el deportista no ha realizado correctamente el calentamiento, con las pautas de estiramientos establecidas. Sin embargo, las rampas no son un motivo de preocupación para los médicos y preparadores físicos, ya que su tratamiento es fácil y rápido, y no tienen secuelas físicas.

Causas

Hay varias causas que propician su aparición. La fatiga muscular causada o favorecida por el déficit o el exceso de entrenamiento, los esfuerzos prolongados o de gran intensidad, la deshidratación o la nutrición mal orientada hacia la duración e intensidad de la práctica deportiva son las causas más habituales de esta situación entre los deportistas.

Las rampas aparecen, sobre todo, en condiciones ambientales de calor y humedad elevadas por la pérdida de electrólitos como el magnesio, el sodio o el potasio, lo que comporta un proceso de sudoración más elevado y provoca un desequilibrio hidroelectrolítico que favorece la aparición de las rampas.

Más factores

Otro  factor que en puede favorecer la aparición es realizar un calentamiento incorrecto antes de llevar a cabo una actividad física intensa. En este caso, las condiciones en que se desarrolla el ejercicio no son las adecuadas, ya que hay menos riego sanguíneo y temperatura. Por otra parte, cuando el deportista ejecuta un gesto antinatural de forma continuada, el músculo tiene que contrarrestarlo con un sobreesfuerzo que podría provocar rampas. En definitiva, cuando el músculo comienza en utilizar oxígeno con dificultades y/o el cuerpo pierde sales minerales es más probable que se sufra esta lesión tan molesta y dolorosa.

Como detectarla

entrenament_020808_x1x.jpgLa rampa es fácilmente detectable porque en el momento de padecerla provoca una impotencia funcional que no permite la movilidad normal de la extremidad que la ha sufrido. Durante el episodio, el músculo es palpable y está muy tenso. Habitualmente la situación no requiere la intervención de un facultativo, pero en casos complejos puede que sea necesaria una exploración física con más detenimiento y una analítica sanguínea que incluya la valoración de electrólitos, del perfil endocrinológico y de la función renal. Sólo en casos muy excepcionales es necesario realizar estudios más exhaustivos para establecer un diagnóstico etiológico como la electromiografía o la biopsia muscular.

¿Qué hace falta hacer?

Cuando el deportista sufre una rampa, no le queda otra opción que cesar la actividad física que está realizando. Para recuperar la movilidad y evitar el intenso dolor que provoca esta lesión, se aconseja hacer estiramientos leves de la musculatura de la extremidad afectada, en la dirección del movimiento habitual, acompañados de un masaje suave.

En ningún caso se tiene que aplicar frío en la zona afectada, porque aumentaría la contracción del músculo y tampoco es recomendable la exposición a temperaturas elevadas. Es muy importante ingerir líquidos para rehidratar el cuerpo con mesura. Hay una creencia popular que afirma que, en caso de sufrir una rampa muscular, hay que pinchar el músculo con una aguja. Este consejo carece de fundamento científico y no es eficaz en la mayoría de las ocasiones; por lo tanto, se desaconseja totalmente, ya que podría provocar otros efectos adversos como infecciones o más dolor y, consecuentemente, más contractura.

Recomendaciones

Aunque las rampas no son siempre fáciles de evitar, los médicos recomiendan seguir una serie de pautas con el objetivo de minimizar el riesgo de sufrir esta molesta lesión. A pesar de que parezca obvio, tener una alimentación adecuada y beber líquidos para mantener una correcta hidratación son aspectos básicos que deben complementarse con otros consejos como calentar y estirar los músculos correctamente, aumentar la intensidad del ejercicio de forma progresiva y evitar el ejercicio en horas de mucho calor.
Las rampas musculares
Rampes y contractures
A menudo se confunde rampa con contractura y viceveresa. En el fondo estamos hablando de conceptos distintos, aunque tienen algunos elementos en común, como por ejemplo que ambas aparecen por sobrecarga o cansancio muscular, de forma involuntaria, o afectan un músculo o un grupo muscular. La diferencia se encuentra en la aparición y desaparición del dolor. En el caso de la contractura, el dolor surge y se elimina progresivamente, no como la rampa, que lo hace de forma inmediata y espontánea. Determinadas contracturas, aunque no es recomendable, permiten proseguir con la actividad deportiva. En cambio, el dolor intenso y agudo que provoca una rampa hace que el jugador tenga que cesar la actividad física durante unos momentos hasta que se vuelve a recuperar.


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