Eusebio Sacristán, el jugador que recibió la falta que acabaría ejecutando Koeman de manera perfecta, recuerda la final del 1992 como "un partido muy igualado que hubiéramos podido ganar los dos equipos". "Pero era nuestro momento", añade.
Eusebio, posando en el Camp Nou con la Copa de Europa ganada en Wembley. Fotos: Archivo FCB
"Éramos un equipo que había tenido una progresión. Y en aquellos años que llegó
Johan [Cruyff] nos fuimos conjuntando, entendiendo su idea de juego. Habíamos
ganado la Liga el año anterior y con Hristo [Stoichkov] y Goicoetxea el equipo se perfiló. Todos
entendíamos que aquel era nuestro momento, el momento de conseguir una Copa de Europa", recuerda
Eusebio en el programa
'Héroes de Wembley', de Barça TV. Estas buenas sensaciones, según
Eusebio, "hacen que al final las cosas acaben bien".
"Pensábamos que controlaríamos el partido"
Eusebio reconoce que la plantilla creía que dominaría el partido contra
la
Sampdoria. No fue del todo así. "Nosotros atacábamos, teníamos algunas ocasiones,
pero ellos también.
Lombardo tuvo algunas por la banda. Pensábamos que sería un partido que
controlaríamos, pero al final estuvo muy igualado. Cualquiera de los dos hubiera podido ganado",
afirma ahora
Eusebio, que cree que aquel equipo tenía que ganar sí o sí: "Era nuestro momento,
nos tenía que llegar. Hubiéramos podido ganar durante los 90 minutos".
Salid y disfrutad
La final del 92 es recordada por las palabras de
Cruyff a sus jugadores antes de saltar al campo:
"Salid y disfrutad". Eusebio recuerda aquel mensaje del holandés: "Notábamos que
para el técnico era muy natural todo aquello. Era una persona que había jugado muchas finales, que
estaba acostumbrado a ello. El mensaje que quería transmitir era: "Estáis en un momento único de
vuestra carrera. Lo que no podéis hacer es estar tensos y nerviosos, porque para disfrutar de este
momento debéis de estar tranquilos y vivirlo con intensidad". Su mensaje era que disfrutáramos de
cada minuto del partido".
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